¿Qué si les están robando hasta el alma? Eso lo sienten quienes hicieron un crédito hipotecario y en plena pandemia el sistema financiero, especulativo y sin sustento productivo les prometió a los usuarios congelar por un periodo de gracia el préstamo.
Sin embargo, la sorpresa fue mayor cuando recibieron el doble del interés cada vez más impagable, recordando que en muchas ocasiones las personas perdieron sus empleos o vieron reducidos sus ingresos como consecuencia de las restricciones y medidas que tomaron los gobiernos para limitar las actividades económicas.
La abogada Silvana Rodríguez* (nombre cambiado por petición de la persona), afectada por esta situación, cuenta que aún sin pagar la cuota para que el banco no les quite su casa, es alarmante y muy estresante ver que la información se ventila públicamente y aparecen inversores a comprarle su casa que trabajan en el mismo banco y gente que a manera de negocio mercadean con el dolor ajeno.
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Son 4238 procesos en los que Bancolombia está demandando a las personas por el crédito hipotecario, de lo cual sacaron bastante beneficio en pandemia, a un paso de hacerse con el patrimonio de sus clientes.
Otra persona que se encuentra en la misma situación, asegura que le da temor exponer su identidad y que fue tan descarado el error que cometieron con él, que ni siquiera alcanzó a ejecutar el crédito hipotecario y lo vienen acosando psicológicamente como si fuera un delincuente.
Mientras la opinión pública recuerda el debate GEA/Gillinski desde los 90 por hacerse con el banco que más genera utilidades, lo que no se hace de conocimiento público es que estamos ante otro pequeño UPAC que ninguno de los grupos financieros de este país, de hacerse o quedarse con este banco, piensa detener y seguirán ordeñando deliberadamente a sus clientes como buenos empresarios criollos.
Aunque establecimos contacto con el equipo de comunicaciones de Bancolombia para escuchar su versión, nos dejaron en visto ante la solicitud, que los debería tener tan asustados de que se haga visible, como a quienes les van a quitar el patrimonio que construyeron durante toda su vida y por temor les da miedo revelar su identidad.