Una de esas sanas costumbres que solemos reservar para los primeros días del año es hacer un balance del anterior para trazar metas para el siguiente. Quisiera en este espacio esbozar cuáles fueron en el mundo de Internet y su regulación los puntos relevantes de la discusión del 2013 y cuáles serán posiblemente los temas que se escucharán con fuerza en el 2014.
No cabe duda que la principal noticia del 2013 fue la revelación de Snowden sobre la vigilancia masiva que la NSA y otras agencias de seguridad nacional han estado realizando durante años no solo a ciudadanos estadounidenses, sino a todo el mundo. Esto era algo sospechado por muchos, de lo cual había rumores pero no evidencias.
La interceptación de nuestra información, manejada por corporaciones gigantescas como Google, Microsoft o Yahoo, nos pone en riesgo a todos y nos recuerda cuán frágiles son nuestros sistemas de garantías y control y su poca efectividad cuando hablamos de garantizar derechos como la privacidad o la libertad de expresión en un marco transfronterizo como el que supone Internet.
La intromisión de la NSA en nuestras comunicaciones privadas, la anuencia del gobierno de Estados Unidos y la falta de regulación, se tomó buena parte de las discusiones sobre Internet en todos los escenarios. Algunas reacciones parecen incluso más peligrosas. Se está empezando a escuchar de parte de algunos países que se sienten amenazados, con razón, por Estados Unidos, que es necesario generar nuevas redes controladas de forma local o incluso regional que no pasen por los temibles servidores de las empresas estadounidenses. El problema con estas propuestas es que tener múltiples redes podría derivar fácilmente en la fragmentación de Internet, esta “balcanización de la red” podría ser nociva para la libre circulación de ideas, del conocimiento y el acceso a todo tipo de contenidos. Por esta razón las discusiones sobre la gobernanza de Internet serán parte de la agenda de este año. En Colombia estamos en camino de consolidar un grupo de trabajo al respecto y en el ámbito mundial se avecinan nuevos escenarios de discusión sobre el tema.
La problemática que plantea el tema del espionaje masivo por sí mismo seguirá siendo un tema de discusión. A nivel local, en 2013 se destapó nuestro sistema de vigilancia local, PUMA. Aunque muchos sabíamos de esta plataforma desde hace años, su salto a medios masivos permitió que más personas fueran conscientes de la fragilidad de nuestra privacidad en el país y la necesidad de tener mejores mecanismos de control que permitan transparencia en el uso de estas herramientas, eviten abusos por parte de quienes tienen el poder de utilizarlas y la posibilidad de veeduría ciudadana sobre ellas. En esa línea, reconocemos que es importante para la seguridad nacional y el ejercicio legítimo del Estado que exista la posibilidad de interceptar comunicaciones e incluso que existan mecanismos de vigilancia masivos. Pero también pedimos que no se haga de cualquier forma. Por eso, nos hemos comprometido con la propuesta de 13 principios sobre la Aplicación de los Derechos Humanos a la Vigilancia de las Comunicaciones e invitamos a todos los interesados en el tema a adherir a dichos principios y pedir que nuestro gobierno también los soporte.
Siguiendo con el balance, durante 2013 tuvimos un conjunto variado de nuevos proyectos de ley que afectaban Internet y el ejercicio de nuestros derechos en entornos digitales. Empezamos en enero con la caída a manos de la Corte Constitucional de la ley 1520, la segunda de la saga de la #LeyLleras, vivimos también su intento de resurrección a mediados de año que naufragó en junio sin apoyo en el Congreso. En este tema tuvimos una gran ganancia, logramos que se abrieran espacios de diálogo con el Ministerio de Comercio y la Dirección Nacional de Derecho de Autor donde se debatió con periodistas, académicos, representantes del sector de tecnología y representantes de bibliotecas y personas en condición de discapacidad sobre la necesidad de incluir en este tipo de leyes una visión mas garantista de los derechos de todos y no solo proteccionista del interés de unos cuantos. También estuvimos pendientes del proyecto de ley sobre limitaciones y excepciones al derecho de autor que a mitad de camino se quedó sin el apoyo del gobierno cuando fue descalificado por el ministro del Interior luego de generarse una polémica sobre el tema de la parodia incluido en el proyecto. La buena iniciativa, que vimos aprobada en medio de la incertidumbre, fue la ley 1680 de 2013, que busca brindar acceso a las TIC para las personas ciegas y con baja visión. Queremos más leyes de este tipo. Para este año, esperamos que se puedan presentar, impulsar y apoyar leyes mucho más balanceadas, flexibles, que brinden acceso y nos den la posibilidad de ejercer con garantías nuestros derechos.
@mapisaro
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