Bacca volvió a confirmar por qué el pueblo colombiano no lo quiere. Es un jugador que no transmite nada. El mejor partido que le vi fue contra Venezuela en Barranquilla en el 2016. Un pase gol a James Rodríguez. De resto nunca ha funcionado. El único que le cree es Pékerman. A mi me hubiera gustado más ver en esa posición a Duvan Zapata. Es alto, es goleador, es más jugador que el barranquillero.
Como nos tiene acostumbrados Bacca no pesó, no defendió, no se juntó con Falcao, no sirvió para nada. Ni siquiera tiene la enjundia del Tigre Falcao para defender, para molestar, para hacer algo, porque lo que se le echa en cara ahora es que Bacca no sirve para nada. Y debe reconocer Pékerman su capricho. Es que se encaprichó con un jugador que no tiene el mismo peso que el resto. En Villarreal y en el Sevilla la rompió, incluso le alcanzó para ser ídolo del Milan.
Pero en la Selección nada de nada, nunca dio pie con bola. Los penaltis no son suerte, es jerarquía, frialdad, concentración, todo lo que hace falta a Carlos Bacca. Lo más triste es que al barranquillero parece que no le doliera fallar en estos momentos. Uno no ve como siente el partido, no se le nota. Si, Bacca es pecho frío, hay que reconocerlo. Creo que hoy será su último partido con la selección. Ya no lo merecemos más.