¡Azúcar! grito alegre de la guarachera mayor Celia Cruz. Los mamertos lo acompañábamos felices, sin saber que detrás de esa expresión se alababa una droga tanto o más peligrosa que la cocaína. Eso lo hemos venido a saber ahora gracias al divulgador científico Gustavo Petro, que la ha convertido en su bandera más reciente: ¡Abajo el Azúcar!
Para sustentar su nueva consigna nos dan, Petro y sus seguidores, algunos argumentos pertinentes y otros abiertamente impertinentes. Veamos: dicen que el consumo de este polvo granuloso y blanco es dañino porque produce diabetes y obesidad. Esto es un hecho comprobado en algunas personas, no en toda la humanidad. También hay diabetes en quienes consumen muy poca azúcar pero su metabolismo lo produce en cantidades industriales. Hay consumidores de azúcar que nunca desarrollan esa enfermedad, ni llegan a la obesidad, que entre otras cosas se produce por malos hábitos alimenticios, no solo del azúcar. En todo caso, los argumentos de daño a la salud son pertinentes a un debate que debe ser riguroso y científico.
También dicen, Petro y sus seguidores, que el azúcar es producido en el Valle del Cauca. Tan cierto como que la coca se produce en el Amazonas y las tilapias en lagunas. Son climas propicios, ambientes favorables y producción agrícola adecuada.
Que el azúcar se dé en grandes extensiones de tierra, que enriquece a unas pocas familias, se aleja bastante del interés por la salud de diabéticos y obesos. Que los ingenios azucareros utilizan demasiada agua y dañan el medio ambiente con ese monocultivo, es relativamente cierto y debe ser objeto de políticas públicas de preservación en manos de las corporaciones ambientales, el Ministerio de Medio Ambiente y de Agricultura. Sin embargo, es un argumento que nada tiene que ver con la salud de niños y niñas consumidores de este “veneno”.
Que la tierra de esos productores de azúcar ha sido adquirida por métodos poco rigurosos y que un candidato a la Alcaldía de Cali es un terrateniente productor de caña. En fin, van agregando argumentos y argumentos dizque para justificar que el azúcar es un veneno para el pueblo colombiano. Digo que estos argumentos im-pertinentes, porque nada tienen que ver con la bandera de que es mala para la salud, debilitan el argumento inicial y le dan un matiz político, de lucha de clases.
El azúcar se puede producir en muchos territorios distintos al Valle del Cauca. De hecho, fue un producto fundamental para la revolución cubana. Hasta el propio Che Guevara hizo parte de los que tomaron el machete para ayudar en la zafra de la isla. También hay sembrados de caña en otros departamentos, como Santander dónde sacan mayoritariamente panela para sus bocadillos veleños (¿Habrá que prohibirlos?) Se siembra caña en los Llanos orientales, en el Pacífico y por supuesto en países tan distantes como Brasil y Filipinas. Y el azúcar se extrae de otros cultivos como la remolacha, en Francia.
A quienes hemos defendido que se legalicen los cultivos y la comercialización
de coca,amapola y marihuana, nos cuesta mucho entender esta nueva cruzadapara que ahora se prohíba también la siembra de caña de azúcar
El asunto de las tierras es otro tema. Tiene que ver con una discusión reiterada en la historia de Colombia sobre la propiedad y la cantidad de hectáreas aconsejables para que no haya acaparamiento. Pero esto pasa con cualquier otro producto agrícola: la leche, en la Sabana, la soya, la palma, el arroz y otros cultivos extensivos.
Los métodos utilizados para adquirir las tierras, por supuesto, deben revisarse y, de ser resultado del despojo, debe aplicarse la extinción del dominio, el azúcar no se hace más dañino porque se produzca en tierras legalmente adquiridas o robadas.
Finalmente terminar todo este debate para irse contra un candidato vinculado al sector azucarero es simple y llanamente una manipulación politiquera en una coyuntura electoral.
No sé si el azúcar sea tan peligroso como la coca y la heroína. Lo que sí sé es que son peligrosas sobre todo porque son prohibidas. Al daño que hacen a la salud le agregan el daño de la prohibición a la economía, a la seguridad, a la justicia... ¿Lo que se plantea es regular el consumo de azúcar? ¿O prohibir la siembra de caña? A quienes hemos defendido que se legalice los cultivos y la comercialización de coca, amapola y marihuana, nos cuesta mucho entender esta nueva cruzada para que ahora se prohíba también la siembra de caña de azúcar.
¿Lo que se plantea es regular el consumo de azúcar? ¿O prohibir la siembra de caña?