El pasado 29 de junio se dirigió en un video a todos los musulmanes del mundo. “Yo soy su líder (…) Si ven que estoy en lo correcto apóyenme, si ven que me equivoco aconséjenme”, dijo en aquella ocasión.
La revista Time lo considera como el hombre más peligroso del planeta. Para muchos otros es el sucesor de Osama Bin Laden y para otros tantos es el Hitler del Siglo XXI. Nacido como Awwad al Badri, adoptó el nombre de quien fuese uno de los primeros cuatro califas del Islam y desde 2010 está en frente de esta organización. El pasado 29 de junio Abu Bakhr al-Baghdadi se autoproclamó nuevo califa del Estado Islámico de Irak y el Levante –en alusión al Levante Mediterráneo-, es decir que abiertamente está tomando el lugar que dejó Mahoma, exigiendo así la obediencia de todos los musulmanes del mundo, a quienes ordenó, entre otras, cubrir con un velo negro los rostros de los maniquíes de ropa femenina, la mutilación genital de todas las mujeres pertenecientes al califato, la entrega de las jóvenes vírgenes a los soldados yihadistas y la expulsión de los católicos de sus territorios.
Ataques, decapitaciones y crucifixiones son algunos de los métodos recurrentes por Baghdadi y sus seguidores, quienes ya llevan meses sembrando el terror en Irak, dónde se han tomado importantes puntos de control del país como refinerías y presas. Este hombre, doctorado en Estudios Islámicos de la Universidad de Baghdad, ya había estado recluido cuatro años en cárceles norteamericanas, tiempo en prisión que le fue muy útil para establecer contactos con Al Qaeda y conocer a varios de quienes hoy son sus principales compañeros de lucha. De acuerdo al ejército estadounidense, la mayoría de los 25 cabecillas locales que tiene, son antiguos presos y su estancia en la cárcel contribuyó a su radicalización.
Foto perteneciente al archivo del gobierno de los Estados Unidos, cuando estuvo recluido en la prisión de Camp Bucca en 2004
El Estado Islámico es un grupo en extremo radical, que en las regiones dónde está asentado instaura la ley Sharia –un código de leyes extremistas que al español traduce “camino de la paz”- y maneja centros de detención secretos a dónde lleva individuos por crímenes como fumar cigarrillos, por zina –sexo fuera del matrimonio- por pertenecer a grupos rivales o también detienen a periodistas extranjeros y trabajadores humanitarios. Amnistía Internacional denuncia torturas y ejecuciones sumarias en dichos centros.
Básicamente, el sueño de este hombre es convertir a Irak y a Siria, en el reino de su califato, algo que muchos han catalogado como una especie de “Yihadistán”. No es claro el origen concreto del Estado Islámico de Irak y el Levante (EI, ISIS, ISIL o EIIL, como también se le conoce), hay quienes sostienen que fue en Al Qaeda o que por el contrario, se gestó en las prisiones norteamericanas tras la invasión de 2003, pero lo cierto es que su expansión en los últimos años se le atribuye a Baghdadi, quien supo aprovechar la guerra civil en Siria para extender los alcances del grupo por todo el país.
También es cierto que hoy día son totalmente independientes de Al Qaeda e inclusive, se han enfrentado a este grupo que en alguna ocasión fue de sus aliados o con su propio brazo en Siria, el frente Al Nusra. Todo ello con el fin de exterminar a aquellos que hacen “la guerra contra Dios”. Dentro del proyecto expansionista del Estado Islámico se ha contemplado la absorción de Al Nusra, sin embargo ello no ha sido del total agrado de los rebeldes sirios.
Según la revista Foreign Policy, un hallazgo en el computador de un yihadista en Siria, revela que el Estado Islámico ha contemplado la posibilidad de emplear armas biológicas como la peste negra teniendo en cuenta que estas son mucho más económicas pero el número de víctimas puede ser devastador. No sería la primera vez que un grupo islámico experimenta con este tipo de armas pues antes de los atentados del 11S Al Qaeda había hecho lo propio en Afganistán, sin embargo, nada en el computador incautado revela que estas armas biológicas ya estén en posesión del Estado Islámico.
El Estado Islámico está dispuesto a llegar hasta las últimas consecuencias en pro de exterminar a quienes hacen “la guerra contra Dios”.
Los más extremistas plantean la posibilidad de que el autoproclamado califato de Baghdadi pueda ser el detonante de la Tercera Guerra Mundial. Decapitaciones de periodistas como James Foley y más recientemente Steven Stoloff son claras provocaciones al gobierno de Obama que no se queda de brazos cruzados, sino que por el contrario busca aliados internacionales para frenar a este grupo, tarea que no será nada fácil si tenemos en cuenta que sus ingresos pueden llegar hasta el millón de dólares diarios por la venta de petróleo y extorsiones.
Claramente las decapitaciones difundidas por la web son un intento del grupo encabezado por Baghdadi por intimidar a Estados Unidos y sus aliados. En el video difundido como un “segundo mensaje a Obama” se mostró al británico David Cawthorne Haines como la siguiente víctima, tal como sucedió con Sotloff en el primer vídeo difundido. También es claro que Estados Unidos no va a ceder a las pretensiones en cuestión, así que por lo pronto hay que estar preparados para futuras decapitaciones, bombardeos, ataques y demás actividades del Estado Islámico, a cuya lucha aún le falta mucha sangre por derramar.
