La aerolínea de capital venezolano, Gran Colombia de Aviación SAS, tiene hasta el próximo mes de febrero para decidir si acepta las condiciones de operación impuestas por la Aerocivil para iniciar su trabajo en el país y demostrarle a la autoridad que en efecto puede cumplir dichos requerimientos. En agosto del año pasado realizó la inscripción en la Cámara de Comercio de Ibagué y en septiembre la Aerocivil le autorizó la operación desde la nueva terminal aérea del aeropuerto Perales y desde Cali, como aeropuerto alterno, que habilita a la aerolínea a volar desde cualquier de los dos.
Gran Colombia, operaría inicialmente con cinco Fokker 50 y tres Boeing 737-400. Los jets decolaran del aeropuerto Alfonso Bonilla Aragón para cubrir rutas internacionales y nacionales. Volarán a Valencia en Venezuela, Miami, Quito y Guayaquil, Panamá y Costa Rica. Tiene previsto operar 27 rutas nacionales con lo que cubren buena parte de las capitales de departamentos. Pilotos colombianos han sido llamados a presentar entrevistas, proceso de selección que se inició hace varios meses.
La operación busca conectar el aeropuerto internacional de Cali con las terminales de Armenia, Ibagué, Neiva, Pasto y Florencia para conectar el suroccidente, con lo cual, utilizando aeropuertos regionales, se podrían disminuir costos para los viajeros y evitar el tránsito por el congestionado aeropuerto El Dorado en Bogotá.
Los Fokker, aviones turbohélice más pequeños serán utilizados para el transporte de pasajeros y carga en vuelos regionales, 12 destinos en 11 rutas, que cubrirán las ciudades de Tumaco, Guapi, Pasto, Neiva, Bucaramanga, Barrancabermeja, Cartagena, Puerto Asís, Florencia desde Ibagué y Cali. El aeropuerto Perales de Ibagué está en proceso de ampliación con una inversión de $64.000 millones. Según los planes iniciales, Gran Colombia de Aviación hará su vuelo inaugural estrenando terminal.
El Grupo empresarial Avior ya probó con éxito la estrategia de operar desde aeropuertos distintos al de la capital del país. La base principal de su operación ha sido el Aeropuerto Internacional José Antonio Anzoátegui de Barcelona y la secundaria en el Aeropuerto Internacional Arturo Michelena de Valencia y desde allí coordinan sus rutas, colocándola entre una de las aerolíneas más importantes de Venezuela
Gran Colombiana de Aviación forma parte del grupo empresarial Avior - Aviones de Oriente – fundada en 1994 para prestar servicio de transporte corporativo a empresas petroleras y a operadores turísticos de la zona oriental de ese país. Tres años después, en 1997, a pesar del boom petrolero, cambió su modelo de negocios convirtiéndola en una aerolínea comercial. Actualmente se llama Avior Airlines y es de lejos la aerolínea de capital privado más grande de Venezuela en cuanto a flota y destinos, con más de 1,800 empleados a nivel nacional e internacional. Cuenta entre su flota además de los Fokkers y jets, con seis nuevos aviones Airbus 340-300 adquiridos por un valor cercano a los $ 150 millones de dólares.
Desde el año 2015, Avior Airlines inició un ambicioso proceso de expansión de flota y destinos que se vio interrumpido por la crisis financiera venezolana. Las dificultades para repatriar divisas, la inestabilidad y el incumplimiento en los pagos por pare del gobierno, llevó a que nueve aerolíneas internacionales cancelaran en los últimos tres años sus rutas hacia Venezuela, incluida Avianca que suspendió operaciones en julio del año pasado. Esta reducción de vuelos internacionales convirtió a Avior en la aerolínea que registra la mayor cantidad de destinos fuera del territorio venezolano, que además son el oxígeno financiero de la empresa.
El presidente del grupo, Jorge Luis Añez reconoció que a Avior le ha tocado asumir dentro de su estructura de costos, una pérdida permanente por el precio regulado de los trayectos nacionales y promediar con las tarifas de los boletos internacionales para poder mantenerse en el mercado. En esta estrategia de expansión internacional Colombia está en el mapa.
En julio de 2015, luego de dos años de gestión ante la Aerocivil, Avior inauguró su primera ruta a Colombia, Valencia-Medellín. La autorización tuvo amplio debate, puesto que Venezuela le debe US$280 millones a Avianca, por sus operaciones en ese mercado. Las autoridades colombianas se habían negado a autorizar nuevas aerolíneas de ese país. Sin embargo, luego de un intenso lobby por parte del Embajador venezolano en Colombia
Iván Rincón, la Cancillería colombiana se reunió con la Aerocivil y concluyeron que era necesario darles esta alternativa a los usuarios ante la ausencia de aerolíneas volando de Colombia a Venezuela. El 22 de enero este año, se ampliaron las operaciones desde el Aeropuerto Internacional de Maiquetía en Caracas hacia Bogotá y Medellín.
La rentabilidad de esta ruta les mostró lo acertada de su estrategia con Colombia, que será en el 2018 su prioridad después de haberse visto forzados a suspender los vuelos a Europa. En el Suroccidente colombiano cuentan los días para ver la primera nave de Gran Colombia de aviación en el aire para poder finalmente subsanar el embotellamiento en el que están desde que, a raíz de la huelga de pilotos del año pasado, Avianca suspendió inexplicablemente las rutas directas desde Cali enrutando todos los vuelos con escala en Bogotá con altísimos costos en tiempo y dinero para los usuarios.