Fabio Villegas se va de la presidencia de Avianca con exitosos resultados pero deja un chicharrón: la solución al malestar laboral de 500 empleados, incluido un buen grupo de pilotos. A la cabeza de ellos está el capitán Jaime Hernández, presidente de la Sociedad Colombiana de Aviadores, quien no ha dado el brazo a torcer a pesar de los intentos de arreglo con el ministerio del trabajo incluido. Insisten en sus quejas por las precarias condiciones laborales y sobrecarga en las horas de vuelo y trabajos suplementarios no remuneradas.
Villegas ha sido duro en la negociación laboral. La tensión llegó a su cúspide hace dos años, en octubre 2013, cuando los pilotos decretaron una operación reglamento que generó un verdadero caos entre los usuarios del servicio. Lo mecanismos de conciliación acordados en el despacho del ministro de Trabajo de entonces, Rafael Pardo, el presidente de Avianca y el capitán Hernández no han funcionado y la inconformidad sigue latente.
En julio de 2014 Villegas estuvo a punto de ser detenido por orden del juez 49 civil Municipal de Bogotá por un incidente de desacato derivado de una demanda interpuesta por los pilotos. La intervención con este memorial del abogado de la empresa, Humberto De la Calle, quien continua con sus actividades privadas mientras oficia como jefe negociador en La Habana, evitó la embarazosa situación para Villegas, que además involucraba al vicepresidente Sergio Jácome y a la gerente de recursos humanos Sara María Álvarez.
De la Calle logró salirle al quite a la orden judicial en defensa de su cliente a quien asesora en lo personal y a la empresa a través de firma a De la Calle, Londoño, López y Posada Abogados (DLP) –recientemente asociada con la española Garrigues- pero sus argumentos no convencieron a la Corte Constitucional.
En mayo de 2015 un fallo del alto tribunal firmado por la magistrada Martha Sachica les dio la razón a los pilotos y concluyó que Avianca y otras aerolíneas incurrieron en una irregularidad al negociar y brindar beneficios a unos 800 pilotos, con lo cual rompieron la unidad alrededor de un diálogo laboral que contaba la representación Sociedad Colombiana de Aviadores y el aval del Ministerio del Trabajo.
La falta que reprochó la Corte frente al comportamiento de los directivos Avianca en su fallo hace referencia a los denominados "pactos colectivos"; es decir, la concesión de privilegios a algunos pilotos por fuera de la mesa oficial de negociación. La compañía siempre se ha defendido explicando que recurrieron a una figura legal, ajustada a la ley diferente a los "pactos colectivos", la cual identifican como "plan voluntario de beneficios".
No obstante este serio jalón de orejas judicial en asuntos laborales, este año la aerolínea fue sancionada por discriminación laboral en varias ocasiones; la última fue en marzo de 2015, mediante la resolución 00461, trasladando el caso a la Subunidad de Delitos OIT de la Fiscalía.
El capitán Hernández (derecha) lidera la negociación de 500 trabajadores de Avianca.
¿Pero qué reclaman los pilotos?
Los aviadores son los únicos trabajadores en Colombia cuya reglamentación laboral es diferente a la del resto de los colombianos regidos por el Código Sustantivo del Trabajo. Ellos dependen de la Aerocivil, una entidad del orden estatal que regula la aviación en Colombia y que depende del Ministerio de Transporte. Su director, Gustavo Lenis, nombrado por el presidente Santos en febrero de 2014, ha sido presidente de Avianca y miembro de la junta directiva de AeoRepública - Copa Colombia, y su hermano, Ricardo Lenis, es el presidente de Aerocali, el consorcio privado que administra el aereopuerto Alfonso Bonilla Aragón de Cali.
Los pilotos, soportados en sentencias del Consejo de Estado, consideran que la Aerocivil se ha abrogado competencias ilegales que deberían ser esclarecidas por decisiones legislativas emitidas por el Congreso de la República. En el 2004, la Aeronáutica les modificó sus condiciones laborales y el efecto de la resolución 5400 fue el incremento de la jornada laboral de las tripulaciones, teniendo que trabajar cuatro horas más horas que un empleado normal, sin derecho a la remuneración adicional, conocida como horas extras.
Pero los reclamos de los pilotos trascienden del plano de los intereses laborales. Con diversos argumentos han intentado demostrar que la sobrecarga de horas de vuelo a las que están siendo sometidos repercute en la seguridad de los pasajeros y de toda la tripulación, e incluso afirman que varios de los últimos accidentes que se han registrado en el país obedecen a fallas humanas causadas por sobrecarga laboral. De hecho, la fatiga en los pilotos es uno de los factores que más inciden en la accidentalidad en el mundo, por lo cual la mayoría de los países han regulado las condiciones laborales de pilotos y tripulaciones de vuelo, en función de la seguridad de los pasajeros. Eso aún no ha sucedido en Colombia aunque está en trámite un proyecto de los hermanos Juan Manuel y Carlos Fernando Galán, apoyados por la senadora liberal Viviane Morales, de La U José Name, y el Conservador Hernán Andrade, en ese sentido.
De momento, a pesar del fallo de la Corte Constitucional, Avianca ha logrado dilatar el tema y la disputa tiene como escenario un tribunal de arbitramento ante el Ministerio de Trabajo. Pero las cosas no han salido bien. El pasado 28 de septiembre, Pedro Pablo León Torres, uno de los integrantes del tribunal de arbitramento, renunció con esta dura carta en la que cuestiona todas las actuaciones de ese tribunal.
Y aunque el pleito con Avianca ha sido el frente de batalla más grande que han enfrentado los pilotos, estrellándose con el influyente Humberto De La Calle y una junta directiva de la que forman parte exministros como el exembajador en Washington Gabriel Silva y la exviceministra de minas Luisa Fernanda Lafaurie Rivera, este no ha sido el único.
La Sociedad Colombiana de Aviadores también tiene como duro contendor a Aeorepública –Copa Colombia-, presidida por Eduardo Lombana, y en cuya junta directiva está el exministro Rudolf Holmes, Camilo Herrera Mora, Daniel Paul Gunn, Pedro Oswaldo Heilbron y Carlos Mario Giraldo, presidente del grupo Éxito, a Lan Colombia –antes Aires- y a las aerolíneas Fast, Tampa y Vertical, todas estas agremiadas en la Asociación de Empresas de Transporte Aéreo ATAC, en cabeza de Gilberto Salcedo Rivero, quien actúa asesorado por el abogado Juan Pablo López Moreno y su firma López & Asociados SAS.
Es una pelea que no ha llegado a su fin y que puede coger tonos más oscuros. El fallo de la Corte que condena a Avianca por desigualdad laboral es un revés para Fabio Villegas y para Humberto de la Calle, quien se precia de ser un buen negociador, razón por la cual fue nombrado por el presidente Santos para liderar el equipo de La Habana. Sin embargo, los argumentos de Humberto De La Calle no solo no convencieron a la Corte, sino que no lograron que Fabio Villegas dejara su cargo con ese capítulo cerrado, lo que no deja de ser un sin sabor profesional para el jefe negociador de paz.
Mientras el pulso laboral se queda en Avianca, Fabio Villegas migra a la escena política donde se conoció con De La Calle hace ya 25 años, para ayudar a cerrar la negociación con la guerrilla de las Farc, que salió mal en el gobierno de César Gaviria del que ambos formaron parte. Villegas liderará la estrategia para ganar el plebiscito de la paz, y Humberto de la Calle avanza en la tarea de tener listo el acuerdo en marzo del 2016.
