Causó revuelo en el mundo de la telefonía celular el anuncio que se hizo esta semana con la decisión de la Comisión de Regulación de Comunicaciones de no aceptar la prórroga que Avantel venía pidiendo para usar el llamado roaming automático nacional a tarifas especiales.
Se trata de un mecanismo creado por la CRC para fomentar la participación de nuevos operadores en el mercado. Durante 5 años se les permite usar las redes de los otros operadores pagando una tarifa subsidiada con el compromiso de ir construyendo red propia en este lapso.
Avantel hace uso de estas redes para poder tener cobertura en numerosas zonas del país. Sin embargo, ya se vencieron sus 5 años y se quedó muy atrás en la tarea de construir su red propia. Por eso ahora a través de recursos legales intenta cubrir su negligencia, pero ya la CRC dijo que no puede seguir subsidiando la tarifa en defensa de la libre competencia en igualdad de condiciones.
En la práctica esto significa que se le dispararán los costos a la compañía que indagada sobre el tema ha dicho que intentará al máximo no trasladar estos nuevos costos a sus usuarios.
Lo que no se ve aún es la forma en que lo hará, pues las ventas no han repuntado según lo esperaban y sus números están cada vez más rojos, por lo que según los expertos es inevitable un alza en las tarifas.
Esta situación trae a la memoria lo sucedido con Uff Móvil, que basaba su operación en el alquiler de redes de otros operadores. No obstante, al igual que Avantel no desarrolló red propia por lo que su operación se hizo insostenible dejando a la deriva a cerca de 97.000 usuarios.