Hace poco Las2orillas publicó una nota ciudadana en la que una estudiante de la Universidad de los Andes tildaba las clases virtuales como un “engaño” y una “chambonada”. Al igual que ella, soy estudiante de segundo semestre de Derecho en la Universidad de los Andes y, a diferencia de ella, creo que lo peor que podemos hacer en este momento es pensar en cancelar o aplazar el semestre. Hacer esto simplemente sería rendirnos, escoger la salida fácil, y negarnos la oportunidad de aprender de diferentes y nuevas formas. No es un secreto para nadie que las clases virtuales pueden producir impotencia, pues la mayoría de nosotros sólo hemos recibido clases presenciales a lo largo de nuestra vida.
Creo que es necesario detenernos un momento y pensar, qué pasaría si optáramos por cancelar o aplazar el semestre. Todos los días escuchamos cómo la cuarentena se ha vuelto monótona, aburrida y desalentadora para muchos. Incluso muchos dicen que no toleran la improductividad a la que los somete el aislamiento. Entonces, ¿qué pasaría si dejáramos de estudiar? Este sentimiento de ansiedad e impotencia que muchos tenemos, sólo se acentuaría y terminaríamos por aumentar considerablemente esa improductividad de la que tanto nos quejamos.
Es precisamente por esto que no creo que sea momento de quejarnos, de radicalizar nuestras opiniones o incluso llegar a afirmar que nuestros profesores no están cumpliendo con su labor. El trasladar la educación a la virtualidad también es un reto para ellos, un reto que la mayoría ha asumido con la mayor disposición y responsabilidad. Pienso que ahora es nuestro turno, debemos dejar de aferrarnos a la idea de que es imposible aprender de esta forma, dar un paso hacia adelante e intentar adaptarnos y autogestionarnos. Por más de que evidentemente es difícil romper con la rutina que por tantos años hemos tenido, no nos podemos estancar, ni esperar a que todo vuelva a la “normalidad”. Al fin y al cabo algo que caracteriza esta pandemia es la incertidumbre, y no podemos dejar que esto se sobreponga a nuestras metas.