Vengo de ancestras que, como viento bajo mis alas me enseñaron a ver el corral en la distancia. Médica psiquiatra feminista, en mi casa he criado, he cuidado amorosamente a mis dos hijos varones y les dejo un mundo con más compañeras de viaje.
Esta columna será mi voz, en coro con las mujeres que nos hemos negado a la subalteridad y me pregunto hasta dónde podré estirar la pita en un país intolerante