¿Vale la pena oponernos a la paz con palomas o conejos? ¿Tiene sentido compartir el estado de odio personal con un vacío nacional de paz deforme y maleable?
¿Están preparados los movimientos sociales para coincidir en algunos aspectos de la lucha popular con los nuevos-viejos actores que retornan de la insurgencia?
.Publicidad. De vieja data es aquella reivindicación separatista del resto del país andino y emperifollado que se asfixia entre sus propias montañas. Boba discusión dirán algunos en estos tiempos de unidad nacional pegada con babas de bobos. ..Publicidad.. Lo cierto es que ni hemos logrado un papel protagónico en las gestas de la banana república […]