Así no, Duque, así no. Quien sea el que hace los cálculos, no es sano consejero, decretar cualquier forma de estado de excepción equivaldría a repartir machetes
Declarándose aterrado -como si no le consultaran previamente- el expresidente y exsenador en ejercicio de todos sus poderes entra en escena para oponerse a la masacre tributaria
Resulta muy extraño, hilarante, que el gobierno de Duque, adalid de la “Economía Naranja, resulte dándole duro al cine local, a los libros y demás renglones culturales
Cuando se desvanecen las democracias van cabizbajas, rezanderas, discurseras, legisladoras, derrochadoras, publicitarias, serviles ante los más grandes… y por ahí vamos
La mejor reforma tributaria, ahora que se vienen con otra, sería la reforma de la decencia que clavara a los culpables de siempre, dueños de grupos económicos y megaempresas que eluden impuestos, pagan coimas…
El chaleco salvavidas de Uribe en la larga ola judicial que lo persigue es que se siga pensando que todo en el país es política, y que la política es él