Nuestro cuerpo habla. Sus señales son sabias, pero en ocasiones las creemos molestas. Son veraces, pero las hacemos a un lado debido a prioridades de la mente
Difícil reconocer que en el inconsciente, es mejor mantener la enfermedad para conservar “privilegios”, y ganancias que representan más bienestar que las molestias de la enfermedad misma
La escucha puede develarnos la causa primaria de la enfermedad en nuestro paciente, o ser una fría recolección de datos ante una situación de pregunta – respuesta. ¿Qué queremos? ¿Qué fomentamos?
Lo “dulce” de la vida puede ayudarnos a evitar el consumo incontrolado y excesivo de azúcar procesado que hace daño a la salud. Y de paso ahorrarnos los impuestos
Estar en desacuerdo no aleja al amigo, aunque las diferencias conceptuales sean profundas. Amigos son quienes no comen callados y nos señalan nuestras inconsistencias