La cultura de la guerra la debe aniquilar el Estado para terminar con los asesinatos regadera que vienen ocurriendo. ¿Cómo? Para empezar, aplicar la Constitución…
¿Qué tal las declaraciones de la irresponsable ministra del Interior? En esta cultura de la guerra, la implementación del acuerdo de La Habana le parece un fardo pesado para el gobierno
El pueblo soberano, abusado, irrespetado, víctima, lanza un grito desesperado; el presidente enceguecido, lo recibe para conversar por la mañana y luego por la tarde cambia la baraja por las cartas marcadas
Como vamos, vamos mal. Colombia va mal. La protesta social puede estar a la vuelta de la esquina y entonces no habrá bolillo que ataje ni chorros de agua que apacigüen
“Viene una jurisdicción especial para la paz”, le advertí. No lo creyó, o no lo tomó en serio. Y acá estamos. Uribe, pase lo que pase, quedará tocado, zarandeado
Álvaro Uribe, Néstor Humberto Martínez, Jesús Santrich. ¡Cómo me han servido mis experiencias al servicio de la paz para explorar y conocer la condición humana!
A la Alta Comisionada se puso de presente los derechos de las víctimas y el derecho a la verdad, que no pueden ser obstaculizados y mucho menos condicionados