En esta contienda presidencial Rodolfo ya le ha ahorrado a Colombia 60.000 millones de pesos, mientras que Petro, que ha vivido a costillas del Estado toda la vida, nos ha costado 82.000 millones de pesos, dineros que podrían haberse usado para beneficio de los más pobres, pero no, se los gastó el señor. Las razones para votar por Rodolfo y las propias para castigar a Petro son muchas. El caballo de batalla de Rodolfo es la lucha contra la corrupción y contra el robo de dineros públicos. Petro en ese aspecto, aunque propone combatirlo, no explica cómo.
Según la Contraloría General de la República en su documento titulado "Grandes Hallazgos" (2020), la corrupción es un problema generalizado que cada año nos cuesta a los colombianos 50 billones de pesos.
Así de crudo es el panorama, lo que cae en manos de politiqueros ladrones podría servirle mucho a este país para desarrollo económico e inversión social, el monto robado anualmente, sería equivalente al 100% de la inversión proyectada de Bogotá para dos años, o podría ser utilizado para 14.5 años de funcionamiento de toda la administración de la capital, o para 40 años del presupuesto fiscal del Cauca, uno de los departamentos más afectados por la violencia y el narcotráfico en nuestro país. Sin embargo, ninguno de los ejemplos mencionados fue posible por la repugnante descomposición en la administración pública.
La propuesta del ingeniero Hernández contempla una reforma del poder judicial, pero lo más revolucionario es su plataforma para la denuncia anticorrupción que recompensará hasta con un 20% a los colombianos que, a través de sus denuncias, coadyuven a la justicia a recuperar dineros del erario público, una veeduría ciudadana que puede llegar a ser bastante efectiva. La sola idea es absolutamente innovadora, miles de colombianos pendientes de nuestro dinero.
Por otro lado, la propuesta de Petro para combatir a la corrupción no contempla nada, solo menciona que: “he dedicado mi vida a luchar contra la corrupción a riesgo de mi existencia y la de mi familia, y lo he hecho porque quiero justicia social en mi Patria”.
Debo recordar algunas cosas durante su paso como administrador público siendo uno de los peores alcaldes de Bogotá: el sobrecosto de las motos para la policía, los camiones de basura, el fallido esquema de aseo, el negocio de la Transportadora de Gas Internacional (TGI), que vendió y luego recompró la Empresa de Energía de Bogotá, lo cual según el contralor distrital, Juan Carlos Granados, en la operación pudo haber un detrimento patrimonial de 1,5 billones de pesos. Esta investigación quedó archivada, sí archivada… o sea impune dirían algunos. ¿Así combate Petro la corrupción?
Los dos hablan de justicia social, hagamos entonces una breve reflexión de cada candidato. Gracias a Petro, los colombianos más pobres nunca podrán recibir como acto de justicia social miles de millones de pesos, debido a su costosa campaña para el país. Su consulta presidencial, que a toda luz sabíamos iba a ganar, le costó al Estado 35.000 millones de pesos, adicionalmente, vería entrar más de 14.000 millones de pesos en reposición de votos de dicha consulta, y sumados los 28.000 millones de la primera vuelta nos da un gasto total cortesía del señor Petro de 77.000 millones de pesos.
Aquí no para el cálculo, el esquema de seguridad de Petro está compuesto por 50 escoltas y 14 camionetas blindadas que nos cuestan cerca de $500 millones al mes, lleva 12 años haciendo campaña, pero por decencia solo le voy a sumar esta última contienda electoral, unos 10 meses, a 500 millones/mes, 5.000 millones de pesos, para un el costo total de 82.000 millones de pesos.
Por el otro lado, el ingeniero Rodolfo no hizo consulta, o sea le ahorró al país 35.000 millones de pesos. De la primera vuelta, para sus casi 6 millones de votos, que vía reposición tendría derecho a un máximo de 28.000 millones reportó tan solo 3.000 millones de pesos en gastos para que le fueran reintegrados, ahorrándole así al país, cerca de 25.000 millones de pesos. Su esquema de seguridad, que no lleva ni 3 meses de campaña, no le cuesta ni 100 millones/mes al país. Todo lo anterior suma 3.300 millones de pesos vs. los 82.000 millones que nos ha costado Petro.
¿A conciencia, que candidato merece su voto? Un señor que solo por capricho, pues es su tercera aspiración a la presidencia, le ha quitado a cientos de miles de colombianos la posibilidad de ver inversiones por valor de 82.000 millones de pesos (gastos solo de esta candidatura), o un señor como Hernández que le ha ahorrado a Colombia cerca de 60.000 millones de pesos en el mismo proceso.
Por último, el candidato Petro nos ha presentado un programa de gobierno diseñado para promover la pereza, lleno de subsidios insostenibles a costillas de los que sí trabajamos, en efecto la inmensa mayoría de los colombianos, su fórmula vicepresidencial es muestra de lo propio viviendo del Estado, comiendo huevos alemanes y levantándose a las 11 de la mañana. Rodolfo y su fórmula vicepresidencial Marelen son como nuestro pueblo, un pueblo trabajador acostumbrado a levantarse temprano a ganarse el sustento, endurecido con el paso de los años y resiliente a las adversidades. El 19 de junio que decida Colombia qué modelo de sociedad quiere, la pereza y el derroche, o el mérito y la austeridad estatal.