El grupo peruano Graña y Montero y la multinacional de origen portugués Mota Engil dejaron una ingrata recordación en Colombia con el incumplimiento de contratos por $559,883 millones para la construcción de 541 instituciones educativas que debían estar listas hace dos años.
Sus obras quedaron paralizadas en medio del escandalo del caso Odebrecht. Las dos firmas se convirtieron en blanco de investigaciones de alcance transnacional que descubrieron que las dos compañías hacían parte con la multinacional brasileña de un cartel denominado “el club de la construcción”, famoso por el pago sobornos para conseguir contratos. El “club” tenía su eje en Perú, pero se extendió a otros países.
Pese al cobro de cuantiosos anticipos las obras en Colombia quedaron abandonadas y la compañía Germán Mora Insuasti, contratado por el Fondo de Financiamiento de la Infraestructura Educativa (FFIE) tampoco dio resultados. La mayor parte de las obras fueron contratadas durante el gobierno de Juan Manuel Santos y aunque hubo avances posteriores, su sucesor Iván Duque tampoco logró terminarlas.
Por esa razón uno de los primeros desafíos de Aurora Vergara, la nueva ministra de Educación; será poner al día la infraestructura del sector educativa, especialmente en regiones marginadas golpeadas por los incumplimientos de los contratistas de cuello blanco.
Ese trabajo debe comenzar por el saneamiento del FFIE, cuenta especial del Ministerio de Educación Nacional, golpeada por efecto de los retrasos. Hasta el año pasado apenas había lograr 170 de las 541 instituciones educativa proyectadas.
Los órganos de control hicieron recientemente un seguimiento selectivo a 231 proyectos de infraestructura y encontraron que 134 tenían que ser objeto de reasignación porque estaban afectados por incumplimientos crónicos y por su ADN administrativo amenazaban con convertirlos en elefantes blancos.
Con la reasignación del 83,6% de los proyectos a contratistas nuevos la perspectiva ha mejorado, pero la misión está todavía a mitad de camino. De su conclusión depende la apertura de cupos para 90.305 estudiantes. A corto plazo deben ser construidas 1.965 aulas nuevas, 93 laboratorios y 108 comedores. Las inversiones calculadas llegan a los $677.819 Millones de inversión.
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