La OTAN es un organismo militar creado por EE. UU con fines a largo plazo de invadir a Rusia, pues este país tiene los más ricos yacimientos minerales que van desde gas, petróleo, uranio, oro y otros, y todos sabemos que ese gobierno se alimenta de saqueo.
Lo más sencillo es crear la excusa que promueven a través de los noticieros, cuyos propietarios hacen parte del grupo de empresarios que apoyan todo lo referente a los gobiernos de occidente si de por medio hay dinero. Con Irak la excusa fue que Saddam estaba produciendo armamento nuclear y químico que ponía en riesgo a la humanidad.
Nada de eso fue cierto al final, ni siquiera los ataques con armas biológicas que recibió parte de la población de ese país que se oponía a Saddam, porque la sospecha es que vino desde otra parte, pero la prensa gastó la tinta necesaria para producir una verdad diferente. Igual sucedió con Libia y decenas de países, hoy día sumidos en la miseria y de las promesas de libertad, democracia y capitalismo nadie se acuerda.
Hoy sabemos que el supuesto bienestar que hasta hace poco gozaba Europa era auspiciado por EE. UU, quien invirtió miles de millones de dólares en ese continente como parte del propósito final: Rusia.
A la mano está que de los 30 países que componen el organismo militar de la OTAN, 26 son de Europa y el 27 sería nada menos que Ucrania, quien ya recibía toneladas de armamento militar porque era el sitio más cercano para un posible ataque a Moscú con armamento de largo alcance, algo así como armar a Cuba o México para atacar a EE.UU.
Finalmente, Putin, viendo que sus esfuerzos diplomáticos por evitar una confrontación exigiendo los acuerdos de Minsk, tuvo que iniciar un ataque contra el arsenal que había almacenado el señor Zelensky en espera de órdenes desde la OTAN para el objetivo final: Rusia.
La prensa hoy día lo vende como invasión, pero no es así y el mismo presidente de Rusia lo dijo, sólo objetivos militares, luego la cosa se salió de la mano, especialmente cuando descubrieron los encubiertos laboratorios de armas biológicas que al parecer el hijo de Biden dirigía o coordinaba.
Se vino una guerra sucia que involucró a la población con señalamientos de ambas partes, de Rusia acusando a Zelensky en su desespero y de este acusando a Rusia para generar una reacción colectiva gracias a los noticieros de que hablo. Ucrania ha sido destruida y pasarán décadas para que la población se recupere de lo sucedido.
El Zelensky colombiano se llamó Iván Duque, presidente en ese entonces, quien, sin pensarlo dos veces, dijo a la OTAN que podían utilizar a Colombia para la posible invasión contra Venezuela, petróleo en grandes cantidades era el motivo, como en otros países.
Afortunadamente, Trump no es tan belicoso como el loco senil de Biden y la cosa no pasó de armas, barcos, prensa mojando tinta en pro de una supuesta libertad, rabia por todos lados, porque sin duda que los bombazos contra Venezuela vendrían en respuesta contra Colombia.
Hoy estaríamos como Ucrania y Venezuela posiblemente con grandes inversores que no mirarían para acá ni por desgracia. Eso sucede porque los gobiernos de la supuesta derecha, donde Iván Duque se siente sabroso, les importa un comino la integridad de las poblaciones, no les tiembla la mano para someter a la miseria y el desastre a la población si de por medio hay dinero para sus intereses personales, como ocurrió con el Ucraniano.