La economía de Estados Unidos se está comportando de manera increíble y todo parece indicar que el presidente Trump está haciendo un trabajo preponderante en temas económicos, pero a pesar de esos buenos resultados hay algo que preocupa a muchos y es la gran cantidad de deuda que este país tiene y que además no para de crecer.
Recientemente se conoció que la economía norteamericana creció más de lo que se esperaba para el primer trimestre del 2019: los mercados esperaban crecer a un 2.3% y terminaron creciendo a un 3.2%. Aunque para algunos no parezca tanto, si consideramos lo gigante que es esta economía nos daremos cuenta de que crecer a ese ritmo es sumamente difícil y requiere no solo de tecnología sino de personal altamente capacitado.
Por otro lado, hace pocos días se publicó la noticia del desempleo, la cual está tocando niveles no vistos hace 49 años. La tasa de desempleo se ubicó en 3.6%, lo cual quiere decir que tan solo 4 personas de cada 100 que que tienen todos los requisitos para trabajar y están buscando empleo no lo consiguen. Para tener una perspectiva podemos contrastar este 3.6% de desempleo de EE. UU. con Colombia, que tiene una tasa del 10.8%.
Si solo analizamos estos dos datos, pensaríamos que la economía norteamericana está pasando por un momento increíble, lo cual es cierto. Sin embargo, existen otros datos que generan preocupación, los cuales son el déficit fiscal y la deuda gubernamental.
El difícil fiscal se explica como la diferencia entre lo que le ingresa a un gobierno principalmente por impuestos versus lo que le sale o lo que gasta, lo que significa que cuando hay déficit el gobierno está gastando más de lo que le ingresa, por lo cual necesita recaudar ese dinero extra que se gasta y una de las principales formas de hacerlo es emitiendo deuda o simplemente endeudándose.
El déficit fiscal de Estados Unidos para el 2018 fue de 779 mil millones de dólares y se espera que para este año sea de 1.1 billones de dólares, es decir el gobierno de Trump va a gastar 1.1 billones de dólares más que sus ingresos.
Actualmente la deuda gubernamental de este país es de 22 billones de dólares y desde el 2017, cuando Trump llegó al poder, esta deuda ha crecido más de 2 billones de dólares.
Esto causado principalmente por la reforma fiscal que el presidente prometió en campaña y cumplió en muy poco tiempo, la cual redujo la tasa impositiva para las empresas y por tanto redujo el dinero que entra a su gobierno. No obstante, los gastos continúan aumentando cada día y se espera que esto no cambie en el futuro cercano.
Así que si bien la economía de Estados Unidos está creciendo a buen ritmo, la tasa de desempleo está superbaja, es decir las empresas están contratando personal y esto ha apalancado el crecimiento, el gobierno de Trump está sentado sobre una pila inmensa de deuda que no para de crecer y además cada vez lo hace más rápido, por lo cual no todo es color de rosa como se quiere hacer ver y se debe tener cuidado en el futuro.