Cuando Jair Santrich llegó a Bogotá a los dos días ya tenía trabajo. Empezó cantando en el Mariachi Mayoral. En más de una ocasión la gente se sorprendía de ver a un costeño cantando música de mariachi. El gusto por la música popular lo adquirió de su abuela, una pereirana que a ritmo de las canciones de Vicente Fernández, Darío Gómez y Antonio Aguilar marcó su crianza en su natal Barranquilla. Por eso no era de extrañar que durante sus primeros años en la capital se le pudiera encontrar vestido de mariachi en las calles de la Avenida Caracas. Posteriormente entró al Mariachi Contemporáneo, uno de los más importantes de la ciudad. Hizo giras con México y su majestuosa voz fue reconocida por medio de premios.
Sin embargo, su sueño era cantar ante millones de colombianos en televisión nacional. Por eso se había presentado sin suerte alguna a todos los realities habidos y por haber. Su gran oportunidad le llegó en 2013 con La Voz Colombia, de Caracol. Ahí llegó hasta la semifinal pero la lástima pesó en la votación final y terminó eliminado. Se fue con un sinsabor.
Desde ahí dejó de creer en realities. Pensó que eso era una rosca. Llegó un momento en que logró una estabilidad y se había refugiado en una zona de confort. La idea de intentarlo una segunda vez le surgió luego de haberse colado en la fiesta de lanzamiento de la emisora La Kalle. El evento coincidió con el cumpleaños de Paola Jara. En medio de los tragos encontró el espacio para cantar una canción. Descrestó a todos los asistentes. Entre esos estaba uno de los productores de Caracol, quien le habló de la convocatoria para la segunda temporada de A Otro Nivel. Después de mucho pensar, fueron las mismas dificultades de la vida y su hija, las motivaciones que necesitó para presentarse.
Para esta segunda vez en un reality le tocó hacer un sacrificio. Debió renunciar a su trabajo y con el pasar de los meses se iba endeudando más y más. De no haber ganado el premio mayor el resultado hubiera sido catastrófico. Pero la suerte estuvo de su lado. El día de la final le ganó al santandereano Jessi Uribe y con el dinero del premio alcanzó para salir de deudas y para comprar la casa que le había prometido a su hija.
Aunque haber ganado uno de los realitys más vistos de los últimos años no le solucionó la vida ni lo convirtió en una estrella de forma automática, se sintió afortunado de haber tenido esa plataforma. Después de haber ganado A Otro Nivel, no todo en su carrera ha sido color de rosa. Tuvo problemas económicos y laborales por malas compañías. Lo tumbaron y lo estafaron algunos empresarios de papel.
Después de haber logrado comprar casa, perdió todo el dinero que le había sobrado. Desde siempre ha intentado ser un cantante reconocido y famoso, como sí le pasó a Jessi Uribe, a quien derrotó en el concurso musical. Ha compuesto muchas canciones, ha grabado varias de ellas, ha intentado pegar algunas en la radio pero ni el talento que tiene de sobra ni la suerte le han servido para dejar de ser el mismo mariachi humilde que era antes de ser el ganador del reality.