Justo por estos días del mes de enero se empezaron a calentar las redes sociales luego de que se diera a conocer que las empresas prestadoras del servicio de transporte en el Atlántico decidieron incrementar sus tarifas de pasajes.
El anuncio se dio a conocer en las redes sociales de algunas empresas como Cootransa, Cootransalpe, Expreso Colombia Caribe, entre otras. Estas argumentan que se vieron obligadas a aumentar sus tarifas de pasajes luego de que los peajes del Atlántico incrementaran sus tarifas.
El malestar radica en los usuarios de estas empresas, puesto que ellos sostienen que el aumento en los pasajes se ve exagerado. Para muchos, la mayoría de estas empresas prestan un mal servicio. Además, muchos de los automotores se encuentran en mal estado, como los buses y busetas de las empresas que prestan el servicio en los municipios de Sabanalarga, Luruaco, Repelón, Puerto Colombia, entre otros.
Un caso que me llama poderosamente la atención es el excesivo aumento en las tarifas de pasajes que cobra la empresa Cootransa (Cooperativa de Transporte de Sabanalarga), que presta servicios de transporte entre Sabanalarga Barranquilla, entre otras rutas. Otro caso es el de la empresa Cootransalpe, qun presta servicios de transport entre Sabanalarga y Luruaco, entre otras rutas.
Sin embargo, los abusos en el departamento del Atlántico no vienen solo de las empresas prestadoras del servicio del transporte, sino también de los dueños de los peajes. A pesar del decreto emitido por el gobierno nacional de mantener las tarifas de los peajes con los precios del 2022 y el no aumento de las tarifas en el transporte público, se hizo lo contrario.
Frente a estos atropellos llevados a cabo por los peajes del Atlántico y las empresas del transporte publico, ¿quién habla?, ¿dónde está el gobierno nacional, departamental y municipal?, ¿dónde están los personeros municipales?, ¿dónde está la superintendencia de Transporte para que investigue estos abusos contra los usuarios del transporte público en el Atlántico? Nadie dice nada, nadie denuncia, solo comentarios por redes sociales. Mientras tanto, los usuarios siguen siendo atropellados.