Un rotundo rechazo e indignación causó el asesinato del abogado Javier Bermúdez Ordóñez, ciudadano colombiano que departía con sus amigos enfrente de su casa a la hora de ser abordado por unos policías, quienes tras mediar algunas palabras lo tiraron al suelo, le descargaron continuamente choques eléctricos con un taser y le propinaron golpes contundentes que acabaron con su vida. Además, esto se agravó porque, según el compañero del abogado, “el policía le dijo a Javier una vez interceptado que de esta no se salvaría”.
De verdad, es indignante saber que independientemente de hacer valer una norma se le quite la vida a un ciudadano, más cuando este estaba pidiendo que por favor no lo maltrataran más, que estaba indefenso y que no era ratero, maleante ni asesino. De hecho, este exceso de fuerza bruta se compara con el asesinato de George Floyd en Estados Unidos por parte de la policía; aunque este fue por simple racismo, mientras que el del abogado colombiano obedeció probablemente al adoctrinamiento (secuela del uribismo y su misantropía o rechazo al género humano y a las ideas contrarias a su parecer).
En fin, aquí queda claro el desprestigio de toda una institución policial que se degrada no solamente por unos cuantos policías, sino por lo reiterado y sistemático de los abusos y atropellos de esta magnitud que se cometen en Colombia. Por eso ya casi nadie respeta a las instituciones en Colombia, ni a quienes las dirigen; además, a lo anterior hay que sumarle las mentiras, los exabruptos y la manipulación de los hechos.
Y no quedando contenta la policía con lo anterior, en las protestas siguientes hubo disparos que dejaron más muertos y más heridos sin justificación alguna. Acá un videos para la muestra:
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En la constitución política de Colombia se creó la figura de comisionado de policía, quien era un civil que estaba presente en las actividades internas de la institución; sin embargo, hoy en día esta figura ha desaparecido... entonces, ¿quién evalúa hoy en día a la policía, más si los casos de abuso los termina investigando la misma o la justicia militar? Por eso la violación de los derechos humanos y la desatención de los policías... saben que los van a cambiar de función o trasladarlos, pero no los castigan, ni los meten presos, ni los separan de sus cargos.
Este régimen genocida que se ha anclado en nuestro país y que nos representa se ha recrudecido hasta ser una vergüenza mundial, sobre todo porque no respeta los derechos humanos, ni la vida de las personas. Lo juro, estamos ante un Estado putrefacto, con instituciones corroídas por la corrupción, y donde prima la ambición, la violencia y la pérdida de los valores.
Y aunque este tipo de hechos son aberrantes, tenemos que ser fuertes para manifestar nuestra inconformidad y rechazo a través de la protesta, movimiento social y/o la desobediencia civil. Debemos lograr que desaparezca este régimen, cambiar de modelo económico y liquidar algunas instituciones inservibles que están al servicio de la mafia y la oligarquía colombiana; pero, eso sí, sin violentarnos porque sería un motivo para vuelva el exterminio social del periodo 2002-2010 en Colombia.
Sin embargo, si el pueblo no aguanta más y se violenta, entonces nos encontraremos con una guerra civil sin precedentes, pero no por culpa de la sociedad general o los ciudadanos de a pie, sino de la oligarquía y de este Estado narcoparamilitar que nos gobierna.