El hoy ex ministro Alejandro Gaviria renunció al cómodo y bien remunerado puesto de rector de la Universidad de los Andes para lanzarse a la política y aspirar a la presidencia de Colombia en respuesta, según explicó en su momento, a un llamado de los jóvenes del país que se habían expresado en el estallido social y que reclamaban una esperanza de futuro.
Esos mismos jóvenes, buenos lectores y que lo han seguido en sus propuestas humanistas fueron los que se presentaron a la presentación de su libro ´No espero hacer ese viaje’ en el Gimnasio Moderno de Bogotá. Un día después de que Gustavo Petro, en una alocución presidencial notificara su salida del cargo.
El encargado del conversatorio fue Ricardo Silva Romero, quien no desaprovechó la oportunidad de hacer chistes sobre la reciente salida de la cartera de Educación del economista. Le recriminó que por fin tenía tiempo para abrirle un espacio en su agenda, le recordó que el protagonista del libro, Stefan Zweig se suicidó en una ciudad llamada Petrópolis y se burló del hecho de que Germán Arciniegas, otro personaje principal, haya durado más tiempo como ministro de Educación de Colombia.
Lejos de querer crear controversia al respecto, Gaviria respondió a las pullas con una risa nerviosa y con evasivas. Pero al final del evento fue muy tajante en que no iba a aceptar que se le formulara ninguna pregunta sobre la reforma a la salud.
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