A partir del primer día de este año los bancos y entidades del sistema financiero se “embolsillarán” más ganancias por cuenta del regalazo que les da el gobierno del presidente Gustavo Petro a través de la Superintendencia Financiera de Colombia. Esta entidad les incrementó la tasa de usura, a costillas de más empobrecimiento de los usuarios y el sector productivo nacional, permitiendo a los establecimientos financieros incrementar la tasa de usura en un 66,5 %, al pasar del 25,98 % al casi extorsivo 43,26 %, un incremento anual de 17,28 puntos porcentuales sobre una tasa que ya de por sí era altísima, puesto que tenía un equivalente a más del 2 % mensual.
Esta tasa de usura hoy vigente del 43,26 %, indica además que en el futuro las entidades del sistema financiero se quedarán no solo con el trabajo de la población, sino con sus capitales, pues crecerán los riesgos de mora y con ellos se sucederán los embargos y remates por parte de las agencias de cobro de dichos establecimientos, ya que no hay ninguna actividad de tipo legal que pueda dar una ganancia cercana al 43,26 %. Por lo tanto, quienes adquieran este tipo de producto financiero irán directo a una bancarrota.
Lo más inconcebible es que este tipo de decisiones, en beneficio de la banca transnacional, sean autorizadas por un gobierno que pregona ser de izquierda, o alternativo o del cambio. De esta manera, Petro se ciñe a los mandatos de la globalización neoliberal al gobernar para el sector financiero, por lo cual los todopoderosos y grupos económicos se sienten muy cómodos con su administración.
En la resolución, la Superfinanciera agrega: “Para los efectos de la norma sobre usura definida en el Código Penal (artículo 305), puede incurrir en este delito el que reciba o cobre, directa o indirectamente, a cambio de préstamo de dinero o por concepto de venta de bienes o servicios a plazo, utilidad o ventaja que exceda en la mitad del Interés Bancario Corriente que para los períodos correspondientes estén cobrando los bancos… El valor máximo de los intereses remuneratorio o moratorio que puede cobrar un organismo a los agentes de la economía se construye como 1,5 veces el interés bancario corriente por modalidad de crédito”.
Así entonces, la Superfinanciera estableció el Interés Bancario Corriente efectivo anual para la modalidad de crédito de consumo y ordinario en 28,84 %, que representa un aumento de 120 puntos básicos, o sea 1,20 puntos porcentuales, para el período comprendido entre el 1 y el 31 de enero del año 2023. Cabe resaltar que hasta los analistas más neoliberales recomiendan a la población no utilizar la tarjeta de crédito, puesto que, con base en la autorización de la Superfinanciera, la mayoría de los bancos ajustaron sus tasas de interés por encima del 41,39 % anual, lo que indica que un crédito de $10 millones pagará en un año en solo interés $4.139.000, esto es sin amortización al capital.
Es oportuno recordar que, desde enero a octubre de 2022, las utilidades del sistema financiero en Colombia alcanzaron los $16,48 billones; la Superfinanciera aclaró que las entidades financieras alcanzaron los $25,9 billones, pero los fondos administrados con recursos de terceros vieron unas pérdidas de unos $9,4 billones y las entidades financieras, los establecimientos de crédito arrojaron utilidades del orden de los $18,16 billones. ¡En general, los colombianos trabajan para los bancos!