Hoy asistí al Congreso Ganadero en Barranquilla, después de varios años de no hacerlo y, por supuesto, quedé sorprendido. Las razones de mi sorpresa son varias:
La primera, en la mesa directiva no había ganaderos; estaban un senador, un ingeniero civil que por las malas jugadas del destino es el presidente de FEDEGAN, un abogado que fue Procurador y un par de personajes más que no logré reconocer.
Segundo, hablaron de todo, pero de ganadería y de los problemas del gremio muy poco. De sus ideas políticas hubo abundancia y también hubo abundancia de condescendencia con los ganaderos. Se las pongo clara: no queremos que lleven estos personajes que dicen lo que creen que los ganaderos deseamos escuchar, queremos que digan cosas con sustancia. Mucho concepto etéreo, mucho contubernio político, mucho político con la curul revocada haciendo presencia, pero nada de sustancia.
Tercero, los mismos con las mismas. No es posible que personajes nefastos para nuestro gremio, con los cuales no nos sentimos representados los ganaderos de bien sigan siendo reelegidos para tomar decisiones por todos nosotros. No hay necesidad de decir nombres, pero existen los que llevan los períodos de tres presidentes de FEDEGAN siendo miembros de la Junta Directiva, unos que aunque no son tan antiguos en la federación resultaron siendo ganaderos después de electos, también hay los que piensan que ellos no hacen parte del sector primario porque construyen uno que otro edificio. En fin, hay un revoltillo pero no de huevos, sino de intereses diversos pero ajenos a la ganadería y a su gremio.
Cuarto, traen a un venezolano –bienvenidos, éste y todos los venezolanos de bien- a que nos diga que en Venezuela hay una dictadura que ha acabado con la economía y el tejido social como si aquí no supiéramos eso.
Pero lo peor es que un personaje que se cree superior a los ganaderos, porque como él mismo dijera alguna vez “el sector primario es para los primarios”, nos esté dirigiendo. No nos asombremos cuando la plana mayor de una empresa lechera antioqueña se haya tomado todos los puestos decisorios de la ganadería nacional (algo que han querido hacer por largo rato) a través de su Nueva Federación de Ganaderos.
FEDEGAN es viable, pero sin Lafaurie, Rosales y demás miembros actuales de Junta Directiva. A mi no me representan y por lo visto a la gran mayoría de los ganaderos del país tampoco.
¿Por qué el Presidente Ejecutivo de nuestro gremio se dedica más a publicar columnas hablando de las elecciones en Estados Unidos y no de la problemática de los precios de la leche al productor? ¿Por qué no habla de las vías de acceso a las explotaciones ganaderas? Demasiadas preguntas con POR QUÉ, como para enunciarlas, pero están en el ambiente.
Nos cabe culpa a los ganaderos por esto que pasa en nuestra agremiación, pero estamos a tiempo para corregir el curso. Las elecciones no fueron un ejemplo de armonía ni de reencausamiento, fueron una guachafita, al final de la cual quedamos como antes: los mismos con las mismas en una federación que no nos merecemos.