Como todo lo suyo, sin titubeos ni consultas el Presidente de El Salvador Nayib Bukele, quien se prepara para su reelección con un enorme favoritismo, ordenó la demolición del Monumento a la Reconciliación
inaugurado por el gobierno de izquierda del FMLN en el 2017. Filmó y divulgó en sus redes que cuenta con casi 6 millones de seguidores, la manera con la que con grandes grúas y cómo en una operación de ingeniería el homenaje a los Acuerdos de paz entre el Estado y la guerrilla del Frente Farabundo Martí
para la liberación Nacional.
La estructura fue levantada en el marco de los 25 años de la conmemoración del triunfo de la revolución en cabeza del FMLN. El monumento a la Reconciliación estaba compuesto de tres estatuas de bronce: dos de 7 metros que simbolizaban a una excombatiente guerrillera y un militar en traje de fatiga, desarmados, con las manos entrelazadas, liberando palomas de aluminio, y que representaban a los bandos del pasado conflicto. La tercera estatua, de 12 metros, era una madre con los brazos extendidos que tenía en su dedo derecho un anillo que representaba el compromiso de la sociedad de vivir en paz.
Destruir esta monstruosidad, fue una verdadera obra de arte ❤️ https://t.co/VuHt1duo9t pic.twitter.com/cUqpO6AsKh
— Nayib Bukele (@nayibbukele) January 5, 2024
La espectacularidad de este acto forma parte de su campaña presidencial en la que promete la construcción de “un nuevo país”. Justificó la demolición porque el monumento era "estéticamente horrible y por su intención de glorificar el pacto entre los asesinos" del pueblo salvadoreño. Aseguró que
este "simbolizaba un 'pacto' entre exguerrilleros y militares que no significó bienestar para los salvadoreños". Anunció que se construirá una ruta peatonal de 2,5 km y formará parte de "la nueva paz y la nueva seguridad que viven todos los salvadoreños", como resultado de la lucha contra las pandillas de Bukele.
El conflicto en El Salvador existió entre 1980 y 1992. La guerrilla del FMLN se enfrentó al Ejército salvadoreño, financiado por Estados Unidos en un contexto de Guerra Fría. El FMLN agrupaba a diversos sectores de izquierda y opositores a regímenes autoritarios que gobernaron durante la época. La guerra civil causó 75.000 muertos y miles de desaparecidos.
Bukele busca ser reelegido por tercera vez como presidente a pesar de que la Constitución salvadoreña no lo habilitaba. Sin embargo, selló su candidatura luego de un fallo de la Sala de lo Constitucional —cuyos jueces fueron elegidos por el presidente—que hizo una lectura controvertida de la
Carta Magna y lo habilitó para presentarse de nuevo a las presidenciales.
Tiene para mostrar los resultados contra las pandillas que tenían asolado a El Salvador. A principios de 2022 declaro una Emergencia que le permite a la policía arrestar y encarcelar rápidamente a presuntos pandilleros, al tiempo que suspende su derecho a un abogado y a la aprobación dicial de la detención preventiva. Desde que entró en vigor, las fuerzas de seguridad han arrestado a casi 75.000 presuntos miembros de pandillas y han liberado a 7.000, según datos oficiales. Organizaciones No Gubernamentales
advierten de 190 muertes y más de 5.000 abusos relacionados con la represión.
