Después de lo sucedido en el vecino país con las elecciones presidenciales del pasado 28 de julio, vemos como el nombre de la líder opositora María Corina Machado ha dado la vuelta al mundo, por demostrar de qué está hecha y cuánto apoyo le tiene la mayoría del pueblo venezolano.
Y es que María Corina, no es ninguna aparecida, es una mujer íntegra, preparada, ingeniera industrial, profesora y política, con talante, sin miedo y luchadora del bienestar de su pueblo; aunque fue inhabilitada por el régimen de Maduro en 2023 por 15 años, no se quedó quieta y siguió adelante, como solo un buen guerrero sabe hacerlo, conformando un excelente equipo de trabajo y uniéndose a Edmundo González, para juntos dar la batalla por una “Venezuela libre”.
Esta mujer de orientación social y política liberal, a quien en estos momentos muchos expertos en comunicación y política catalogan como la líder número uno del mundo, ubicándola a nivel de los grandes hombres que han hecho historia, sabe comunicar de manera sin igual, ya que, a pesar de los ataques en su contra, logra mantener la calma, transmitir sus pensamientos contundentes, expresarse de manera clara y conectarse con el pueblo que le cree, además de poseer un carisma especial que la aleja del político tradicional.
María Corina, a punto de cumplir 57 años en el mes de octubre, es una gran señora, que incluso, con su lenguaje corporal demuestra lo que es, siempre bien puesta, sin descomponerse, vestida de manera sencilla y pulcramente, sin ostentar, adecuada para todas las ocasiones, incluso cuando el Gobierno de Maduro le cerró el paso y le tocó bajarse de su caravana de vehículos blindados a caminar por las calles junto con sus escoltas y equipo de campaña por horas para llegar a cumplir las citas con la sociedad venezolana.
Por otro lado, esta dama de “armas a tomar” tiene siempre claro el paso a paso para lograr sus objetivos, pues siempre va adelante y cuando le sale un pare o barrera, actúa con inteligencia, como si siguiera su propio check list y libreto de comunicaciones y con ello, arrastrar de manera positiva a diferentes sectores, la gente de a pie, a los empresarios que se cansaron de 25 años de represión.
Aunque también la Machado ha sido controvertida y criticada por los más conservadores, por sus pensamientos libres como: apoyo al uso medicinal de la marihuana y reconocimiento del matrimonio entre personas del mismo sexo, entre otros, saben que llegaría también para tumbar la corrupción, devolver las empresas a quienes a fuerza las perdieron al ser expropiadas, mejorar la economía y hacer regresar a la gente pujante y berraca que salió huyendo del país por represión, amenazas y falta de oportunidades.
Mientras Venezuela sigue en tensa calma, María Corina en su estocada sigilosa del momento, invita al régimen de Maduro a entablar una negociación, por “respeto a la soberanía popular”, pero el gobernante Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) reafirma su posición y dice que no cederá por ninguna circunstancia, dejando así el futuro de Venezuela incierto y esperando lo que Machado con su comunicación impecable, logre hacer con la comunidad internacional.
María Corina es un ejemplo en su postura, expresión y consagración a su país. Es tan nítida su comunicación, que se le cree su discurso y retórica que llegan al corazón de los venezolanos; y mientras esté viva, existirá Machado para rato y alcanzará su sueño que es el mismo de los pueblos libres.
Por lo pronto, necesitaremos más “mujeres Machado” que quieran entrar al ruedo no solo del vecino país, sino de todos aquellos en los que la democracia tiende a desaparecer por la oposición que se quiere quedar “saecula saeculorum” en el poder, aunque nunca hablaron de ello para ser elegidos.