Álvaro Uribe Vélez, dos veces presidente de Colombia y actual líder del partido en el que milita el presidente Iván Duque, ya tiene un plan para tomarse varios departamentos del país, entre ellos el fronterizo Norte de Santander en el que porcentualmente Duque obtuvo la mayor votación del país.
Luego de una polémica entrega de aval a Juan Carlos García Herreros como candidato del uribismo a la gobernación de Norte de Santander, el mismo expresidente Uribe llegó hasta Cúcuta para empezar su plan maestro, ¿pero por qué fue polémico la entrega del aval a García Herreros?
La razón es que García Herreros, quien hace cuatro años fue candidato a la gobernación por el partido Conservador sin el apoyo del Centro Democrático, llegó a última hora al partido de Uribe e inscribió su candidatura el día en el que estas se cerraban, y fue a él a quien dieron el aval, pasando por encima de reconocidas figuras y fundadores del Centro Democrático en Cúcuta como el médico Ramiro Luna o el ingeniero de petróleos Segundo Antonio González, quienes denunciaron en reiteradas ocasiones un mal e inescrupuloso manejo en la forma en cómo se entregó el aval.
Con esta carta a la gobernación, el Centro Democrático espera competirle a Silvano Serrano, quien es el candidato del Partido Conservador, y a Martín Martínez, de la línea política del actual gobernador. La estrategia es tan fuerte que el mismo Centro Democrático la denominó "toma del poder" en Norte de Santander. De hecho, ya Uribe empezó la tarea visitando a Cúcuta y hablando de Venezuela.
Así es como el uribismo aspira y espera tomarse el poder en Cúcuta y Norte de Santander, diciendo que si no votamos por sus candidato como García Herreros, entonces nos convertiremos en otra Venezuela, con pobreza y problemas. Sin embargo, lo que no recuerda el expresidente Uribe es que aún con el presidente que él mismo puso, Cúcuta sigue liderando los índices de desempleo e informalidad del país, y que en vez de mejorar, las acciones de Duque lo que han hecho es empeorar la crisis en la frontera.
El discurso que Uribe y García Herreros manejaron en Cúcuta fue el del miedo, el del odio, el del rencor, el de hablar de Venezuela y Maduro. A fin de cuentas, esa es la estrategia con la que Uribe espera declararse ganador en el bastión derechista en que se convirtió Norte de Santander.