Unas personas conocidas les prometieron un muy buen negocio: solo había que entregar cierta cantidad de dinero y pasados 25 días hábiles, la empresa C. I. Comercializadora y Exportadora B. C. M. les devolvía el 25 % del monto aportado. Así se debía hacer durante varios meses hasta superar el valor original. Era una oportunidad única.
Para despejar las dudas sobre lo que pintaba como un excelente negocio, la representante de la compañía Mariana Vanessa Araos Borja, insistía a diestra y siniestra que la empresa NO era una pirámide porque el dinero para los “socios” provenía de la venta de productos de la empresa y los clientes pagaban en dólares, euros o yuanes.
Todo el esquema del negocio se desbarató cuando la empresa C. I. Comercializadora y Exportadora B. C. M. incumplió, no devolvió el dinero y los “socios” se quedaron esperando los 5 o 10 millones de pesos prometidos.
Los “socios” indignados buscaron primero a Paola Borja, la madre de Mariana, y luego los afectados buscaron a Mariana Vanessa Araos Borja, ambas son las dueñas de la Comercializadora y Exportadora B. C. M, pero ninguna de los dos aparece en el mapa. Las quejas llegaron a la Superintendencia Financiera, dirigida por Cesar Ferrari y la Superintendencia de Sociedades, liderada por Billy Escobar Pérez.
Ambas entidades comenzaron una investigación. La Superfinanciera encontró sospechosos unos beneficios muy altos por la venta de mercancía, signo característico de la conformación de una pirámide para captar ilegalmente dinero y a ese hecho, se sumó la huida de Paola y Mariana.
Las Superintendencias actuaron
La Superfinanciera ordenó la suspensión inmediata de actividades de la empresa y de paso se exigió la devolución del dinero a todos los “socios”. Por su parte, la Supersociedades, entre otras cosas, logró establecer que el número de damnificados fue de al menos 337 personas y el monto del valor captado ilegalmente por la compañía fue superior a los 10 mil millones de pesos ($10.064.380.253).
Por el caso de C. I., la Superfinanciera y la Supersociedades advierten a los ciudadanos estar siempre alertas frente a las inversiones que prometen un rendimiento inusual, y denunciar operaciones similares a través de la ventanilla única virtual o en la línea gratuita 01 8000 12 01 00.
También le puede interesar: La pirámide ganadera que llevó a la cárcel al heredero de Achury Viejo