Nació en Campoamor, barrio ubicado al sur de la ciudad de Medellín, fundado en el año de 1961, que fuera entregado sin pavimentación, sin iluminación, sin escuelas, sin parroquia, al cual llegaron personas humildes, provenientes del campo casi en su totalidad. En enero de 1962 sus habitantes se reunieron con el fin de formar un centro cívico, al cual llamaron Campoamor y que fue construido por la Fraternidad Caritativa, entidad de la Asociación Católica, cofinanciada por la Alianza para el Progreso, un acuerdo entre el Estado Nacional y el estadounidense liderado por John F. Kennedy.
La Fraternidad Caritativa de Medellín se fundó el 20 de abril de 1958, después de una etapa de violencia en el país en la que los campesinos se refugiaron en las ciudades capitales llenándose de necesidades y frustraciones. Inicialmente la Fundación adquirió un inmenso lote a un precio excepcional, en el municipio de Itagüí que pertenecía al círculo obrero del sacerdote Jesuita José María Campoamor. El Municipio de Itagüí no autorizó allí la construcción de un barrio residencial y por ello se cambió por un lote en el paraje Guayabal del municipio de Medellín, al que bautizaron en honor al padre Jesuita.
Las industrias del sector inscribían a los trabajadores para que la Fraternidad los pusiera en el proceso de adjudicación de vivienda, para 1960 había 2.241 personas, un promedio de 9 personas por residencia.
Desde sus los inicios los moradores de Campoamor demostraban un gran espíritu de colaboración entre sí y de solidaridad social. Al estar tantos obreros juntos en una época donde el movimiento sindical tuvo tanta fuerza generó también un resultado en el barrio, Campoamor fue el sector de la comuna que más rápido construyó colegios, logró iluminación pública y adquirió una cancha deportiva, tomada por la comunidad de terrenos del aeropuerto. Se generó un sector de intelectualidad alrededor de la lectura, escritura, música y deporte; sus diferentes formas de organización comunitaria hicieron de Campoamor un barrio modelo en Medellín.
La Cooperativa nace de la necesidad de pagar un funeral
La necesidad de verse abocados a atender un funeral a partir de la caridad hizo germinar en los líderes del sector la idea de crear una cooperativa. Previamente se plantearon la opción de un club de amigos o de una natillera que era lo usual en estos casos, pero alguien les comentó de la existencia de UCONAL - Unión Cooperativa Nacional, el primer Banco Cooperativo del país, cuyo modelo llevó a los líderes del barrio a la creación de una Cooperativa de Ahorro y Crédito, que nace a la vida jurídica el 3 de julio de 1964. La llamaron John F. Kennedy, en memoria del inmolado presidente norteamericano, reconocido por sus programas de ayuda a Latinoamérica.
Los 80’ fueron años difíciles para toda la ciudad y Campoamor también los sufrió alrededor del narcotráfico, varias de sus calles tuvieron expendios de droga y vivió la muerte o partida a Estados Unidos de muchos de sus jóvenes. Hoy la integración no es igual que en sus inicios, aunque se fomenta el futbol como actividad de cohesión, muchas viviendas se han transformado de casas a edificios de apartamentos, locales, negocios familiares y hasta fábricas y sus límites incluyen la estación de Bomberos, el Centro Comercial Terminal del Sur y el Aeropuerto Olaya Herrera. Un buen número de los habitantes pertenecen al estrato cuatro y en menor número al estrato tres.
Hoy JFK Cooperativa Financiera goza de plena aceptación en la comunidad y de gran posicionamiento público, considerada como modelo de organización económica que posibilita el acceso al ahorro y al crédito a sectores medios y populares.
La dupleta de los ejecutivos, Hugo Romero Correa en la gerencia y Wilson de Jesús Gaviria Gallego desde la presidencia de la Junta Directiva han puesto a crecer a la empresa dando unos resultados que la colocan como la más exitosa entre este tipo de organización privada, un formato de economía popular y solidaria que tuvo un gran auge pero que sufrió de abusos, llevando incluso al descalabro de muchas organizaciones con los cual fue necesario que crear una superintendencia para vigilarlas.
Hace un año se posesionó como Superintendente de la Economía Solidaria ante el Ministro Ricardo Bonilla, la samaria graduada en negocios internacionales María José Navarro Muñoz, quien formaba parte de la UTL (unidad de trabajo legislativo de los congresistas) de la representante a la Cámara por Bogotá, María Fernanda Carrascal, una de las congresistas más beligerantes del Pacto Histórico, pieza clave en la Comisión Séptima para el trámite de las reformas sociales del gobierno.
Los resultados financieros fueron los mejores de su sector
El crecimiento de la JFK ha sido indiscutible. A diciembre de 2023 cerró con 150.881 asociados, durante el 2023 tuvo un crecimiento en asociados muy superior a lo ocurrido en otras cooperativas financieras; en la zona de Bogotá aumentó los asociados en más de un 16%, seguido de Oriente Antioqueño con un 10,40 %. Y el crecimiento total de las captaciones durante este año fue de $92.945 millones.
La Cooperativa Financiera, cuenta 41 Agencias: 26 en Medellín, área Metropolitana y Oriente antioqueño y 15 en Bogotá. El año pasado realizó el lanzamiento de la aplicación móvil complementando su proceso de transformación digital y sumando canales en el portal transaccional implementado el año anterior. También fue nuevamente calificada en riesgo por la agencia Value And Risk , donde conservó la calificación AA + en compromisos de largo plazo y la A + en el corto plazo.
El año pasado la JFK fue la Cooperativa Financiera líder del país por excedentes en el 2023, con una cifra de $51.735 millones, manteniendo siempre su vocación de ser una empresa asociativa de derecho privado, sin ánimo de lucro y con fines de interés social, que ofrece programas de ahorro y líneas crédito. Superaron a Confiar, con sede también en Medellín que liderada por Oswaldo Gómez se ha hecho conocer por los préstamos a campañas electorales de los candidatos sobre todo los independientes o de izquierda que el sector financiero no respalda con facilidad y también a otra agrupación también paisa, la cooperativa Financiera de Antioquia. Las otras dos reportadas por la Supersociedades por su dimensión económica son Cotrafa y Coofinep que dieron pérdidas.
A pesar de que los resultados de JFK Cooperativa Financiera disminuyeron en un 25,7 % respecto a los reportados en 2022 por cuenta del incremento de la morosidad de la cartera, las altas tasas de inflación que afectaron el consumo de los hogares y un comportamiento de desaceleración económica, las utilidades que obtuvieron les dieron para hacer una apuesta al corazón de la hinchada de un equipo tan popular como es el Deportivo Independiente Medellín y decidieron desde este año patrocinarlo.
Lo harán con también con la liga femenina con lo cual buscan que su marca llegue a las base social de la sociedad antioqueña. El mensaje está claro, y es que a pesar del mal momento económico del país que también los golpeó, la Cooperativa Financiera JFK va para adelante apoyando sin distingo como se propuso hacerlo el padre Campoamor hace seis décadas.