En los años noventa, la única forma de conocer una chica en una fiesta era bailando. Y los adolescentes sí bailábamos, pero no era tan común como ahora, a la mayoría nos aterraba intentarlo. Por fortuna, llegó el merengue, con su agrupación de cabecera Proyecto Uno (uno de los platos fuertes del Estéreo Picnic 2024), para hacernos las cosas un poquito más fáciles.
Nelson Zapata, su fundador, en nuestra charla, aclara que esa nunca fue la principal intención y que este dato todavía lo toma por sorpresa.
La historia dice que comenzaron volviendo merengue un clásico del house norteamericano llamado “Everybody, everybody” (combinar estos dos géneros musicales fue el principal ingrediente de su éxito), pero yo los conocí unos años después, con “El tiburón” y “Está pegao”. Todas estas canciones salieron en el marco de un contrato con EMI que se acabó tiempo después; la discográfica les hizo la cruz y les aseguró que hasta ahí llegaría la banda.
Pero en 1996, Proyecto Uno sacó New Era, el álbum con el que arrasó con toda la escena del merengue y es posible que la mayoría de canciones que el lector conozca vengan de ahí: “Pumpin”, “El grillero”, “Materialista”, “Cuarto de hotel”, “Te dejaron flat” o “Latinos”, que trabajaron con un famoso productor colomboestadounidense de la época, Erick Morillo. Con él también hicieron otra versión de “Latinos”, mucho más electrónica, combinada con otra canción –de Reel2Real, una banda de Morillo– llamada “Mueve la cadera”.
Erick Morillo fue –falleció en 2020– una máquina de hacer éxitos y también estuvo detrás de “Muévelo” de El General y de otras canciones suyas llamadas “Jazz it up” y “I like to move it”, la misma que aparece en la película infantil Madagascar.
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La primera era… de Proyecto Uno
Pero muchas cosas tendrían que ocurrir antes para que la historia de Proyecto Uno pudiera contarse.
La situación familiar tendría que hacer que los padres de Nelson Zapata salieran de República Dominicana, para irse a Estados Unidos en busca de un mejor futuro. Él tendría que volverse un melómano empedernido que se gastaba todo el dinero de sus trabajos en discos y, por cosas de la vida, que llegar a trabajar en una de las farmacéuticas más grandes del mundo: Pfizer.
Un dato curioso, que contó hace años el propio Nelson Zapata en un artículo de Vice, es que él –sin saberlo– fue el encargado de entregar la documentación necesaria a la FDA (dependencia del gobierno norteamericana a la que le corresponden los asuntos de salud) para que a Pfizer le aprobaran la comercialización del Viagra.
También era necesario que, cierto día, en un estudio de grabación, se reunieran Nelson Zapata y un amigo de su infancia en República Dominicana llamado Pavel de Jesús, quien a su vez trabajaba en un reconocido estudio de la época.
Casi todos los artículos sobre los inicios de Proyecto Uno, refieren que la banda comenzó con la inspiración de los merengues de Ramón Orlando, quien entonces era conocido por ser el hijo del icónico Cuco Valoy (compositor de “Juliana”, que luego será regrabada por DLG, otro fenómeno de la época) y años más tarde será conocido por –ahora– clásicos como “El venao” o “Te compro tu novia”.
Pero en nuestra entrevista él aclara que su principal referencia fue un arreglista llamado Andrés de Jesús, quien fue famoso por su trabajo con los cantantes dominicanos Fernando Villalona y Alex Bueno, que él también tuvo como inspiración. Nelson Zapata lo aclara porque Andrés De Jesús habría sido el gran responsable de que el sonido de Proyecto Uno tuviera un enfoque más internacional.
De esa época tengo dos recuerdos, que me ayudan a entender el enorme impacto que ya tenían entonces. El primero, con “Está pegao” sonando todo el tiempo en la televisión argentina y el segundo, en mis primeras fiestas adolescentes en Colombia, donde casi todas mis amigas tenían su copia de New Era; al lado de uno de los primeros álbumes de Shakira y varios compilados con éxitos radiales de la época.
¿Precursores del reggaetón?
A Proyecto Uno, por lo menos sus fanáticos, suelen llamarlos precursores del reggaetón. Nelson Zapata intenta no creérselo, pero siempre recibe el comentario con mucho afecto.
Además, es posible que entienda que gracias a su trabajo es que años más tarde existirán canciones que combinarán elementos de merengue y de reggaetón como “Vagabundo” de Sebastián Yatra o “El merengue” de Marshmello con Manuel Turizo.
Hace poco le dijeron que Proyecto Uno eran los Bad Bunny de esa época, pero con letras más limpias. Y a partir de esto, en nuestra entrevista, él analiza que esa mezcla de tantas tendencias y tantos géneros musicales de la época, no era tan común antes de su llegada.
Nelson Zapata recuerda que en esa época a la gente se le hacía difícil catalogar su sonido; tanto fue así que alguna de sus canciones llegó a ganarse un premio a Mejor canción de rock. En los noventa todo estaba mezclado y el rock ocupaba ese lugar que ahora ocupa el reggaetón. La misma gente que escuchaba Vilma Palma E Vampiros o Maná, en esa época, era la misma que escuchaba Proyecto Uno.
Años más tarde, Mario Muñoz de Doctor Krápula, que en ese momento era una de las bandas de rock más grandes de Colombia, lanzará un disco versionando grandes canciones latinoamericanas. “Latinos” de Proyecto Uno, será una de ellas.
A continuación, la entrevista con Nelson Zapata de Proyecto Uno para Las2orillas: