Dadas sus características agroecológicas, el territorio de Aracataca se distingue por presentar una zona plana y una sección montañosa que se extiende desde la Sierra Nevada de Santa Marta. Esta región, irrigada por varios ríos y quebradas, da origen a una biodiversidad exuberante. Ambas áreas ecosistémicas son reconocidas como Reservas Mundiales de la Biosfera. En términos de kilómetros cuadrados, el territorio exhibe tres biomas principales: el bosque seco tropical, que abarca el 48,3% del área (13.096,95 km²); el bosque de desierto tropical, que representa el 0,5% (145,60 km²); y el bosque húmedo tropical, equivalente al 51,1% (13.869 km²) (Gómez, 2021ª; 2021b; 2021c; Alcaldía Municipal de Aracataca, 2018; CORPAMAG, 2013b).
En la Sierra Nevada de Santa Marta, se han identificado 514 especies de aves, 120 especies de mamíferos, más de 3.000 especies y 600 géneros botánicos de plantas superiores, junto con al menos 86 especies de reptiles. Siguiendo la Ciénaga Grande de Santa Marta, se destacan 730 km² de espejos de agua, 3 especies de manglares, 98 especies de moluscos, 114 especies de peces, entre otros, y 190 especies de aves (Rendón & Gómez, 2022; Gómez, 2021ª; 2021c; Alcaldía de Aracataca Magdalena, 2001). Además, Aracataca alberga la mayor cantidad de lagunas en el departamento, sumando 17, seguida por Ciénaga con 6 y la capital, Santa Marta, con 1 (Beltrán, 2020). Como resultado, "el ordenamiento y la distribución de los espacios físicos en los que reside la especie humana, en coexistencia con innumerables especies, determina el carácter del hábitat y delimita su extensión. La territorialidad se construye con la conjunción de ambos" (Aceves, 1997, p. 280).
El territorio de Aracataca cuenta con más de 90.000 hectáreas de ecosistemas estratégicos, que poseen una composición biológica que proporciona servicios y bienes ambientales irremplazables. En otras palabras, cuenta con un valioso capital natural, reflejado en una biodiversidad que equilibra paisajes, modos de vida, comunidades bióticas y tipos genéticos, conformando las territorialidades propias del lugar. Al compararse con otros territorios del departamento del Magdalena, Aracataca ocupa el segundo lugar después de la capital, Santa Marta, contribuyendo con más del 19% de participación. Esto se traduce en un eje estratégico que fomenta la preservación y promoción de la actividad ambiental. En particular, los sistemas socioecológicos, como los humedales, no solo se miden por su extensión, sino por su contribución vital en el ciclo de la vida, constituyendo así un capital natural de gran importancia.
No obstante, la biodiversidad ha sufrido el impacto de las múltiples migraciones de colonos y campesinos, así como de la incursión de monocultivos, incluida la agroindustria de la palma de aceite. Estos factores han provocado una alteración del 80% (1.736,26 km²) del territorio, afectando las territorialidades debido a los cambios identificados en la cobertura vegetal en los diversos biomas del área (Mosquera et al., 2019; Contraloría General del Departamento del Magdalena, 2017; Fundación Prosierra Nevada de Santa Marta, 1998; 1997). Es importante señalar que la construcción de viviendas y negocios en la Cuenca Alta, Media y Baja de los ríos de Fundación, Sevilla y Aracataca, así como la tala para satisfacer la creciente demanda de este recurso escaso, constituyen otra amenaza significativa para la flora y la fauna (Giraldo, 2018; Vanegas, 2017; CORPAMARG, 2013b).
Parafraseo de la tesis doctoral: Metabolismo social de la agroindustria de la palma de aceite en el territorio de Aracataca Magdalena Colombia (1965-2018)