Gracias a la invitación de Pijao Editores y sus directores Carlos Orlando y Jorge Eliécer Pardo Rodríguez, estuvimos participando en el Encuentro de la Narrativa Colombiana, en el marco del Festival del Libro del Tolima realizado en Ibagué entre el 01 al 04 de noviembre del 2023, evento gestionado por la Gobernación del Tolima. En esta ocasión tuve la oportunidad de presentar mi ensayo sobre la regionalización de la literatura en el Pacífico colombiano, que a continuación expongo de manera resumida:
INTRODUCCIÓN
El Pacífico colombiano cuenta con una riqueza cultural y biodiversidad excepcional, su gente, sus narraciones y sus expresiones artísticas son únicos. Si algo nos han enseñado nuestros ancestros es que la oralidad siempre ha sido esa columna vertebral para transmitir saberes de generación en generación. Es así como uno de los grandes retos que hoy nos une es hacer que esa palabra, que se convierte en el elemento cohesionador de nuestras comunidades se plasme por escrito para salvaguardar y relatar esta esencia. Es muy frecuente oír el lamento de los escritores del litoral Pacífico colombiano, grito lastimero dado para obtener una ayuda y atención del Gobierno nacional, de los entes departamentales y municipales.
Cuando hemos solicitado que nos ayuden a difundir nuestra oralidad, la literatura, y la expresión cultural de este vasto territorio, es porque lo necesitamos, y hemos hecho mérito para obtenerlo, y que nuestros escritores más representativos sean incluidos en el canon de la literatura colombiana. En 1934, el escritor y político guapireño Sofonías Yacup publicaba el Litoral Recóndito una obra que surge como denuncia pública ante la sociedad y el Estado Colombiano por la marginación a la que eran sometidas las poblaciones del Litoral Pacífico.
De hecho, el nombre del libro, “Recóndito”, se registra como la primera denuncia de esta exclusión con impacto nacional. La invisibilidad de los escritores del litoral Pacífico sólo la arreglamos quienes nacimos y vivimos en él, mediante el esfuerzo y ganas de hacer las cosas. Entendemos que somos minoría en las letras colombianas, y que por ello nos marginan. Pero, basta ya…
ARGUMENTO 1
Es por ello que hacemos un viaje al pasado para contarles de dónde sale nuestra oralidad, qué nos ha inspirado para escribir, y cuáles han sido los grandes exponentes nativos de los diferentes géneros literarios. En un principio, los indígenas y los negros se comunicaron a través de sus dialectos, pero ante la presión de los europeos terminaron hablando el idioma de Castilla, entreverado con sus lenguas que hablaban sólo entre ellos. Esto dio origen a la culta palabra del Pacífico, la cual se difundió a través de la oralidad en montes y ríos, y en el lenguaje de los puertos marítimos y fluviales. Mucho tiempo después, se comienzan a ver expresiones culturales escritas, que no dejaron olvidar sus historias y vivencias expresadas de forma oral. Es así cómo, surge hacia la tercera década del siglo XX, una pléyade conformada por poetas, ensayistas, cuentistas, cronistas, y novelistas, quienes inspirados en el mar escribieron prosas y versos fabulosos. El mar, siempre el mar, ha inspirado a nuestros cultores de la palabra en el Pacífico. Una clara expresión de cómo el mar, la selva y el río, ha influido en nuestros escritores y poetas se palpan en la siguiente síntesis del género literario narrativo en Nariño, Cauca, Valle y Chocó:
Pacífico Nariñense
- Guillermo Payán Archer (Tumaco,1921- Riohacha,1993)
Conocido familiarmente como Memo, estudió en el colegio de los Javerianos en Pasto. Luego, estudió derecho en la Universidad Javeriana de Bogotá, graduándose como abogado en 1945; luego de una vida dedicada a la creación narrativa y poética, al ejercicio de su profesión de abogado y de publicista. Se interesó por la política, y como dirigente liberal fue gobernador encargado de Nariño, diputado, representante a la Cámara y Auditor General ante la Ecopetrol.
En 1950 vivió en New York, escribió para la revista Visión y fue corresponsal de esta en La Habana y en Buenos Aires. Fue miembro activo de la Academia Colombiana de la Lengua. Escribió en el género narrativo los siguientes libros: Cinco estampas (1957) sobre personajes y apuntes para un mapa político de Nariño: Max Llorente, José Elías del Hierro, Alberto Montezuma, Carlos Albornoz, y Arturo Márquez. Conforma su obra literaria narrativa el libro Anotaciones para un diccionario de colombianismos originales del litoral del Pacífico: departamento del Valle del Cauca, Cauca y Nariño (1963), fruto de observaciones a lo largo del litoral Pacífico, durante varios años y épocas, que son apuntes para un futuro Diccionario de Colombianismos. Escribió el libro de cuentos Trópico de carne y hueso (1974).
2. Ligia Vonblon (Tumaco,1928)
Con gran expectativa me llegó hace algún tiempo la invitación para asistir al lanzamiento del libro titulado Salvador el hombre que amaba el mar (2016), de la escritora Ligia Vonblon. Me sorprendí al saber que dicha novelista era la tumaqueña Ligia Quiñonez Villegas, conocida por su nombre de casada, Ligia Vonblon, y más aún, que había escrito hasta ese entonces cinco novelas. Dejemos que sea ella en primera persona quien nos cuente sus secretos de la producción literaria, gracias a tres conversaciones virtuales que sostuvimos:
“Empecé a escribir tarde, a los setenta y siete años, después del fallecimiento de mi segundo esposo, que por cierto era oriundo de Austria, por esto lo de Vonblon (Von Blon). La primera narración fue mi biografía Historia de una Vida (2008). Luego vino Marietta (2010) ambientada en Europa durante la segunda guerra mundial, y después de la guerra en Estados Unidos y México. Escribí luego La Hija de la Laguna (2012) enmarcada en el Cauca, Europa y Bogotá. Más tarde di origen a Leyendas de La Arcadia (2014) ambientada en Colombia, Grecia y España. Después salieron a la luz Salvador el hombre que amaba el mar (2016) con vivencias en el litoral Pacífico y asiático; Una luz en los Volcanes (2017) ambientada en Cali y Nariño y en los volcanes de Chile y Cumbal; Mi nombre María Salomé (2019) reseñada en el sur de Portugal y la India; y El enigma del regreso (2021) reseñada en Cali. La escritora tumaqueña vive en la actualidad en Merritt Island en Estados Unidos.
3. Carlos Vásquez-Zawadzki (Tumaco. 1946)
Estudios de Letras en las Universidades del Valle, Toulouse y Bordeaux. Investigador y académico. Intervenciones en Universidades de Francia, Cuba, Italia, U.S.A., España, Canadá, Ecuador y Colombia. Director, editor de revistas: Poligramas, Caliartes, Plumadas, Ecos. Trabajos suyos han sido traducidos al inglés, italiano, francés, hebreo y portugués. Premios en Cuba, España y Colombia. En la actualidad es presidente del PEN Colombia de escritores. En narrativa ha escrito los siguientes libros: Auguste Rodin: Pensar con las Manos (Biografía. 2000); La Abuela Perdió un Recuerdo (Cuentos. 2022); El conejo blanco de Santi (Novela. 2022); Travesuras de Cósimo (Cuentos. 2023); Una Impura Tarde De Verano (Cuentos.2020): Mi amigo el Griot, contador de historias (Cuentos.2022): El Pacífico colombiano es un lugar mágico, con una inmensa carga cultural y una fuerte herencia de la raza negra, donde han sucedido maravillosas historias que han quedado grabadas en las memorias de los primeros pobladores; Rafico y su potrillo de mar (2018). Es coautor a cuatro manos de los libros de cuentos Cuerpos de Ébanos (2020), y Un hombre milenario (2021).
La novela Puerto Azul (Novela. 2023): Es un relato novelesco cuenta desde diferentes puntos de vista y voces como un corifeo, en el que un narrador informa y estructura y dirige los otros narradores y voces, el paso de un hombre viejo, y abuelo, por el Puerto de la Buena Ventura. El caminante o viajero, cuya historia es narrada por su nieto escritor muchos años después de su breve deambular por el Puerto enclavado en el Litoral Pacífico, vía Guayaquil y el Sur del Continente es, a su vez, voz, personaje y acción de un pacifista y crítico de los aconteceres del país. Su vida está en peligro de manera permanente. Su andar por la ciudad se rodea de historias de vida que son contadas a sus descendientes con plasticidad, arte y humor.
4. Oscar Seidel (Tumaco.1952)
Terminó sus estudios de Ingeniero Industrial en la Universidad Tecnológica de Pereira en 1977.Se graduó de Especialista en Finanzas en la Universidad EAFIT de Medellín en 1980. Se inició como colaborador de los periódicos El País y Occidente de Cali, El Puerto, y La Batalla de Buenaventura. Ha sido colaborador de El Magazín El Espectador de Bogotá, en donde le han publicado cuentos y relatos, de La Tarde y el Diario del Otún sección LAS ARTES de Pereira; Página10 de Pasto. Le han publicado sus escritos en Las2Orillas de Bogotá; Revista Letralia de Venezuela. En la actualidad es el director ejecutivo de la Fundación de Escritores del Pacífico Colombiano -Fuespacol. Autor de los libros: El dulce olor de Puerto Perla (2018) su primera novela, inaugura el estilo en el uso de la economía de la palabra que emplea su autor, atrapando al lector de manera inmediata en la lectura del texto.
La trama transcurre en el puerto de Tumaco, conocida también como “La Perla del Pacífico”, lugar donde la ficción toma cuerpo enmarcado dentro de un clásico de la literatura universal, “La náusea” de Sartre, utilizada más como una antinomia, ya que en Puerto Perla todos tienen conciencia de ese mal olor que termina por ahuyentar a todos sus habitantes, contrario a los burgueses descritos por Sartre, ya que estos terminan por no advertir la realidad que los circunda; al igual que en La Peste de Camus, el autor en la trama pone de relieve la carencia de una moral universal, manifiesta en los politicastros que terminan por desconocer el origen del mal olor, desviando recursos, robando lo poco que hay en los erarios públicos, cuando la verdad la pestilencia emana de sus propios cuerpos, una metáfora de la corruptela que ha acompañado a la mayoría de políticos de Tumaco, de Nariño y de Colombia por no ir más lejos.
Escribió las novelas ¿Hasta cuándo me persigues? (2019); En busca de la semilla (2021); Y volar, volar, volar (2023). En cuentos y relatos escribió En el mar de sus recuerdos (2017); Contra el destino nadie la talla (2021). Los cuentos se enmarcan en la cotidianidad, aquel carácter repetitivo que hace que muchos seres humanos, enemigos de la vida común, conviertan sus existencias en un lugar de confrontaciones próximas a cualquier neurosis callejera.
Pacífico Caucano
- Helcías Martán Góngora (Guapi,1920 – Cali,1984).
Hizo el bachillerato en Pasto, Medellín y Popayán. En el Externado de Colombia recibió el título de doctor en Derecho y Ciencias Sociales y Políticas. Fue miembro correspondiente de la Academia Colombiana de la Lengua; Caballero de la Orden de Alfonso X el sabio; Grand’Croix d'Honneur de la Orden Imperial Bizantina de Constantino el Grande; Profesor Honorario de la Cátedra Guillermo Valencia de la Facultad de Humanidades de la Universidad del Cauca; miembro de la Academia de Historia de Popayán y de la Sociedad Bolivariana de Colombia; colaborador de los periódicos El Tiempo, El Siglo y El Colombiano y revistas nacionales e internacionales.
Publicó su novela Socavón (Novela. Editora Internacional de Publicaciones S.A. Primera edición. Bogotá, 1966). En su primera, y única incursión en la novela, Helcías Martán narra las desventuras de un inmigrante holandés de nombre Hans, quien tomó como esposa a su amante mulata y después murió en el socavón de una mina de oro.
En el trasfondo de la novela aparecen los manglares, los ríos, el mar, las tabernas; y más evidentes, los amores tormentosos, las costumbres del litoral caucano. La novela, Mención de Honor en el premio Esso (1964).
2. Alfredo Vanin Romero (Saija, 1950).
Realizó estudios de Literatura y Antropología. La Universidad del Cauca le otorgó el título Honoris Causa en Literatura, en 2012. Ha sido condecorado por el Congreso de Colombianistas y la Secretaría Distrital de Cultura y Turismo de Bogotá; invitado al Festival Internacional de Poesía de Medellín y el Festival Internacional de Poesía de La Habana, a la Feria del Libro de Guadalajara 2007 y al Festival del Imaginario de París (2018).
En la novela Los Restos del Vellocino de Oro (2008) el narrador busca por las calles angostas, maltrechas y oscuras de la periferia de su ciudad al último de un linaje de rebeldes que había conseguido no doblegarse ante la presión del Estado; busca en los lugares invisibles la última pieza viva del rompecabezas de su génesis, cuando la rebeldía los había unido.
Esa búsqueda por la ciudad desencadena también un recorrido por los callejones de sus recuerdos, minas de oro que se encuentran de repente con la realidad y le hacen avanzar en su peripecia, hasta que ese viaje improvisado lo lleva, al fin, al lugar del encuentro con el fugitivo Santiago, quien ha huido por años de los asesinos del Estado y ahora, acorralado, está a punto de salir para siempre de Buenaventura.
En narrativa ha publicado: Viajes por la tierra y el cielo (relatos, coautor con Nina S. de Friedman), Editorial Planeta, Bogotá, 1994; El tapiz de la hidra relatos, Facultad de Humanidades, U. del Valle, Cali, 2003); Otro naufragio para Julio (novela, 2ª Edición, Ediciones Pájaro del Agua; Historias para reír o sorprenderse (Panamericana Editores, 2005); Los restos del vellocino de oro (novela, Hoyos Editores, Manizales, 2008), y la novela El día de vuelta (2012). Sus libros de cuentos son: El tapiz de la hidra (1971); Cesta de recuerdos y otros cuentos (1976); El príncipe Tulicio. Cinco relatos sobre el Pacífico (1986); El Chocó, magia y leyenda (1991); Relatos de mar y selva (1993); Historias para reír, o sorprenderse (2005); Palabras pacíficas. Mito, historia, tradición oral, y literatura en el Pacífico colombiano (2009), y Última piel (2012).
Pacífico vallecaucano
- Medardo Arias Satizabal (Buenaventura,1955)
Es uno de los hijos ilustres de Buenaventura, bachiller del colegio Pascual de Andagoya. Su obra literaria ha sido difundida en el país y elogiada por la crítica. Ha sido profesor residente en España y también incursionado en la literatura del Pacífico colombiano, además miembro de la Academia de Historia del Valle del Cauca Cauca. Escritor y Periodista.
Su primera novela, Jazz para difuntos, (Xajamaia Editores, Santa Fe de Bogotá, 1993) fue preseleccionada al Premio Latinoamericano de Novela Pegaso (1994), entre 483 obras de todo el Cono Sur. Arias Satizábal ha recibido el Premio Nacional de Cuento en dos ocasiones en Colombia. Su selección de cuentos Esta risa no es de loco (Premio Nacional Ciudad de Bogotá-V Centenario del Descubrimiento), fue dada a conocer en 1992 por la editorial Educar Editores en la Exposición Internacional de Sevilla España. Su primera selección de cuentos, Juego cerrado, fue distinguida con el Premio Nacional de Cuento Universidad de Medellín.
En diciembre de 2000, la Editorial Alcayuela de Salamanca, publicó su novela Que es un soplo la vida, en la cual el autor se ocupó del viaje final del cantor de tangos Carlos Gardel, entre Colombia y Argentina en 1935. Una investigación pionera sobre la literatura que se escribe en la costa del Pacífico Colombiano, lo llevó a publicar la antología De la hostia y la bombilla, el Pacífico en prosa (Universidad del Valle, 1992), el cual es texto de estudio en numerosas universidades de los Estados Unidos y Europa.
Medardo Arias Satizábal realizó en 1981 una investigación sobre El Verdadero origen de la Salsa, la cual fue publicada en doce entregas en el Diario Occidente de Santiago de Cali. Este trabajo fue galardonado con el Premio Nacional de Periodismo Simón Bolívar, como Mejor Serie Investigativa. Una correría por el sur de España, lo llevó a escribir una serie de crónicas para el Diario El País de Colombia, con el título Por la España mora, impresiones de viaje sobre las huellas de los califatos y el mundo árabe, en Córdoba, Sevilla, Toledo y Granada.
Sus últimas publicaciones son los libros de cuentos El Cangrejo amotinado (2016); la novela El Chachachá del diluvio (2018), que recrea el advenimiento de un segundo diluvio universal, noticia que un ángel transmite en sueños a un poeta; El infierno y la nieve (2019) una novela que se aleja del lenguaje escuela y sicarial y que distingue al género de mafiosos en los últimos años, para hacer un panel social, antropológico, religioso, romántico, del narcotráfico en una nación como Colombia. Actualmente es columnista del Diario El País de Cali.
Pacífico Chocoano
- Arnoldo Palacios Mosquera (Cértegui, 1924 - Bogotá, 2015).
La poliomielitis a los dos años de edad lo atacó. Uno de los sucesos más tristes de su vida, “un impacto enorme, que recuerda de manera nítida”, a pesar de que tenía dos años de edad, es cuando se enfermó de polio y empezó a sentir los asomos de su afección: era una mañana mientras se bañaba en el río Cértegui, al regreso de pronto no sintió fuerzas y su hermana lo ayudó, luego ya no se pudo incorporar. Se concluyó entonces que tenía polio y aunque intentaron lo posible, no había nada qué hacer.
Desde la edad de 15 años, Arnoldo Palacios salió de su pueblo, y con el apoyo de su familia se estableció en Quibdó para realizar su bachillerato, trasladando luego su residencia a Bogotá, donde culminó la secundaria y cursó algunos semestres de derecho. A los veintitrés años, en 1949 escribe uno de los mayores éxitos de la literatura afro: Las Estrellas son Negras. Después de publicada la novela se candidatizó para una de las dos becas que había para el departamento del Chocó sobre estudios literarios por tres años en Francia. A finales de agosto volaba con destino a Cartagena, en busca del barco que lo iba a llevar hasta París.
Ya estando en París, un médico ortopedista lo operó de su pierna derecha, la que se encontraba más lesionada, facilitándole, posterior a su recuperación, caminar con un poco de menos dificultad. Las estrellas son Negras (1949) su novela más destacada por la crítica es una novela urbana, escrita en un lenguaje sencillo, pero con un profundo dramatismo en el desenlace de una historia que comienza a las tres de la tarde y termina a las seis de la mañana del día siguiente en Quibdó, en donde se sintetiza el drama de la marginalidad y la injusticia social que agobia a la sociedad chocoana, pero con un mensaje universal sobre la pobreza y la desdicha del hombre en una sociedad injusta y clasista.
Fue autor de otras novelas que han sido traducidas a varios idiomas como La Selva y la Lluvia (1958) que, gracias a un rescate literario, hoy podemos disfrutar una increíble obra, que permaneció inédita por medio siglo. La selva y la lluvia es un increíble recorrido desde los días de la República Liberal (1930 - 1946), hasta los meses que siguieron después del Bogotazo, el 9 de abril de 1948; la novela El Duende y la Guitarra; En busca de mi madredios (2009) traducida al idioma francés con el título de Les Mamelles de Chocó.
Esta última una autobiografía de su infancia en Cértegui. Otras narraciones de Arnoldo Palacios son: Entre Nos Hermano; Navidad de un Niño Negro; Panorama de la literatura Negra; Cuando Yo Empezaba; Chocó Amargo Panorama; Literatura Oral del Chocó; Cuentos de Oro y Platino; y La Muerte de Olivella. Figura en la Enciclopedia Mundial de Literatura. Recibió la Cruz de Boyacá, en 1998. Fundó una asociación de estudios sobre el Chocó.
2.Óscar Collazos (Bahía Solano, 1942 - Bogotá, 2015).
Vivió los primeros años de su infancia en Bahía Solano, un pequeño pueblo en la costa del Pacífico, y su adolescencia en Buenaventura (Valle del Cauca). En esta ciudad frecuentó desde los 14 años la biblioteca pública, en donde las lecturas le despertaron un interés temprano por la literatura. A principios de los años 1960 llegó a Bogotá para estudiar Sociología en la Universidad Nacional. Se trasladó en 1964 a Cali, donde estuvo vinculado al TEC, Teatro Escuela de Cali, dirigido por Enrique Buenaventura.
En 1968 viajó por primera vez a Europa, visitó algunos países del Este y, finalmente, llegó a París en marzo de 1968. Vivió los acontecimientos de mayo. Allí continuó la escritura de su primera novela, Los días de la paciencia (1976). Regresó a Colombia a finales de 1968. En enero de 1969 fue invitado como jurado del Premio literario de la Casa de las Américas de La Habana.
Aceptó la propuesta de dirigir el Centro de Investigaciones Literarias de ese organismo cultural, en reemplazo de Mario Benedetti. Permaneció en La Habana hasta diciembre de 1970. Tras una breve estancia en Estocolmo y París, regresó a Colombia.
Fue un escritor, periodista, ensayista y crítico literario colombiano. Fue columnista del diario El Tiempo y colaborador habitual de las revistas Soho, Diners, Semana y de otras publicaciones culturales de habla hispana. En 2002 obtuvo el Premio Nacional de Periodismo Simón Bolívar en la categoría de mejor columna de opinión. Fue Doctor Honoris Causa en Literatura de la Universidad del Valle (Cali, 1997) y profesor de la Universidad Tecnológica de Bolívar de Cartagena de Indias.
Con más de 15 novelas publicadas, Oscar Collazos pudo conseguir un estilo propio, caracterizado en sus primeros libros por la experimentación formal y las búsquedas en el lenguaje coloquial de las barriadas urbanas. En sus novelas y cuentos se expresan las diferentes formas de violencia sufridas por la sociedad colombiana en el último medio siglo, las relaciones de los individuos con estructuras de poder como la familia y el Estado, y los procesos de desintegración social y moral de los últimos años. Las revulsivas imágenes mostradas a lo largo de sus novelas son la transposición imaginaria y a veces cruelmente realista del entorno del autor, desde la costa del Pacífico de sus primeros cuentos y novelas, hasta el Caribe colombiano, donde transcurren algunas de sus últimas novelas, “Rencor” (2006) y “Señor Sombra” (2009).
Su Rencor fue reeditada por Arango Editores después de agotar 6 ediciones en Seix Barral. El fenómeno del narcotráfico y sus trágicas huellas atraviesan el mundo de Morir Con Papá (1995); La modelo asesinada (1999) y Batallas en el Monte de Venus (2004), no como simples crónicas efectistas de la criminalidad sino como universos degradados por la criminalidad y las ligerezas éticas de nuestra época. La ballena varada, novela juvenil traducida a varios idiomas, ha vendido, hasta la fecha, más de 200.000 ejemplares en lengua castellana. Ha publicado más de 20 libros de diversos géneros, entre los que se destacan García Márquez, la soledad y la gloria.
En 2013, Random House publicó la última de sus novelas Tierra quemada, una impresionante alegoría sobre la guerra en Colombia. En esta novela, centenares de sobrevivientes de masacres y crímenes de guerra son conducidos a ninguna parte por hombres fuertemente armados con el propósito, dicen, de salvarlos. Al parecer, la guerra está terminando en este territorio desolado. Concebida como alegoría, Tierra quemada tiene un desenlace apocalíptico y aterrador.
A lo largo de su extendida carrera literaria, Óscar Collazos ha escrito cinco libros de cuentos. La primera tuvo lugar en Cuba y fue realizada por Casa de las Américas, en su colección La Honda, en 1970. Dicha selección fue repetida el mismo año por la editorial Arca, de Montevideo, pero con la incorporación de un cuento inédito: Esta mañana del mundo —a solicitud de Marta Traba, el volumen adoptó precisamente este título. Dos décadas más tarde, en 1993, la Universidad del Valle publicó en Colombia una edición titulada Primeros cuentos (1964-1968).
En 1964, Manuel Mejía Vallejo auspició en Medellín una aventura llamada Editorial Papel Sobrante. Allí fue acogido El verano también moja las espaldas, el debut de Collazos como narrador. Las cosas cambiaron para él a partir de entonces. Por una parte, el maestro antioqueño le regaló una portátil Lettera 22 Olivetti; por otra, este libro le dio al joven autor inmediata notoriedad nacional. Gracias a ello le sucedió algo inesperado: David Consuegra —el legendario pionero del diseño gráfico en Colombia— le solicitó nuevos cuentos inéditos y le pagó 200 dólares por ellos. Así fue como al año siguiente, en 1967, se publicó Son de máquina.
Un mes después emprendería Óscar Collazos su primer viaje a Europa. En lo que toca a los escenarios de estos cuentos iniciales, nos encontramos todavía en ciudades pequeñas de la costa Pacífica colombiana: Bahía Solano y Buenaventura. A golpes, su cuarto volumen de cuentos, también se editó en 1974. La quinta colección: Adiós, Europa, adiós. ¿Quiere decir que durante más de veinticinco años dejó de escribir cuentos Óscar Collazos? No exactamente.
Si bien centró su atención especialmente en otros terrenos —la novela, el ensayo, el periodismo—, hay un hecho significativo, en relación con este género, que podríamos rememorar. En 1982, Collazos ganó el Premio de Cuentos Ciudad de León, en España, con un libro titulado De un amor a otro mar. Al parecer, la edición que realizó el Ayuntamiento fue muy deficiente y este volumen nunca llegó a las librerías. El autor no lo menciona cuando se refiere a su propia bibliografía. Resulta bastante probable que algunos relatos integrados en la colección que se publicó en el 2000 hayan sido reelaboraciones provenientes de aquel libro.
3. Carlos Arturo Truque (Condoto,1947 - Buenaventura,1970).
Estudió en Popayán por, ya sabemos, imposición de su padre. Más tarde trabajó en los Llanos Orientales, y en 1951 volvió a vivir en Buenaventura, como lo hiciera de niño luego que su familia abandonara el Chocó. En Popayán, se inició literariamente al colaborar en revistas estudiantiles dentro del género poético con el seudónimo de Charles Blaine. En 1953, había conseguido ya un premio en el festival de Berlín (RDA) con su drama Hay que vivir en paz.
Muy estudiada en Estados Unidos, su obra cuentística ha sido traducida además al ruso, al francés, al alemán y al chino. Posteriormente publicó algunos artículos literarios en diferentes periódicos del país, pero tan sólo a finales del año 1953 se dio a conocer nacionalmente por haber obtenido el premio Espiral de ese año con su libro Granizada y otros cuentos. En 1954, se trasladó a Bogotá, donde forjó amistad con los escritores del célebre Café Automático, el centro cultural y literario de la élite intelectual del país. En aquel año obtuvo varios premios literarios nacionales, entre ellos el tercer puesto en el concurso de cuento de la Asociación de Escritores y Artistas de Colombia con su obra Vivan los compañeros.
El ganador en aquella versión fue Gabriel García Márquez con el cuento Un día después del sábado. En enero de 1958, fue distinguido con el tercer premio en el concurso folklórico de Manizales y primer premio EL TIEMPO con su cuento Sonatina para dos tambores.
En 1965, obtuvo mención honorífica en el V Festival Nacional de Arte por su obra El día que terminó el verano. Un volumen de sus cuentos completos fue publicado en el año 2004 por la Universidad del Valle. Las ediciones originales de la obra de Truque son: Granizada y otros cuentos, Bogotá, Editorial Iqueima, 1953; El día que terminó el verano y otros relatos, Bogotá, Instituto Colombiano de Cultura (Colección Popular, 99), 1973; y Vivan los compañeros. Cuentos completos, Biblioteca de Literatura Afrocolombiana, Ministerio de Cultura de Colombia, Bogotá, 1993.
ARGUMENTO 2
La literatura del Pacífico colombiano cuenta con una fortaleza especial, ya que se manifiesta a través de diferentes medios: mitos, leyendas, cantos y relatos que, en su mayoría, reflejan la cotidianidad y las particularidades de esta sociedad.
La búsqueda de obras literarias de la región del Pacífico y la exploración de sus temáticas tuvieron como consecuencia el descubrimiento de un panorama literario atiborrado de historias, novelas y cuentos que demuestran el amor profundo de la población del litoral Pacífico por su tierra, pese a las problemáticas sociales y económicas en las que se ha desarrollado esta región. Por tanto, esta literatura es la manifestación de un amor profundo y sincero por lo propio.
El análisis realizado entre las temáticas literarias que plantean los escritores de la región del Pacífico permite pensar que la literatura busca diferentes espacios, caminos y formas de expresión ajenas a lo tradicional. La literatura, en tanto forma de expresión, es un medio eficaz de transmisión y resguardo de imágenes, tradiciones, expresiones lingüísticas y costumbres propias de la región del Pacífico colombiano.
En los últimos años, la proliferación de escritores de la región del Pacífico ha demostrado un crecimiento literario notable, no solo por la calidad de los escritos y las temáticas interesantes que se abordan en ellos, sino por los reconocimientos que algunos de estos autores han obtenido, incluso, a nivel internacional. La literatura ha permitido recrear historias y personajes que se desarrollan en contextos muy cercanos a la realidad. Muchas de estas, son el producto de hechos históricos, ficciones, saberes y experiencias de los autores.
CONCLUSIÓN
¿Por qué estos narradores deben estar en el canon nacional de la literatura? A lo largo de doscientos años de historia republicana de Colombia, se han constituido variadas formas del canon de la literatura colombiana, por lo general concebidas desde el centro de la ciudad letrada y en particular a partir de los criterios de autores y críticos establecidos en Bogotá.
Aún hoy es difícil contemplar un panorama literario que refleje la nación pluriétnica y multicultural colombiana, recién “reconocida” en la joven Constitución de 1991 Como lo hemos planteado a lo largo de este ensayo, la literatura de escritores, marginalizados por la crítica literaria colombiana, como Guillermo Payán Archer; Ligia Vonblon; Carlos Vásquez-Zawadzki; Oscar Seidel; Helcías Martán; Alfredo Vanin; Medardo Arias Satizabal; Arnoldo Palacios; Oscar Collazos, y Carlos Arturo Truque, tiene que ver, en buena medida, con una invisibilización de parte de críticos literarios del centro del país.
De esta manera, nuestro ensayo ha apuntado a volver a lanzar la mirada de la historia literaria colombiana, en esta ocasión con diez autores del litoral Pacífico, injustamente relegados por cánones extraños. Con la invitación de La Fundación Pijao, Pijao Editores y la dirección departamental de Cultura del Tolima, a un Encuentro Nacional sobre la Narrativa Colombiana vista desde las regiones, en el marco de la Primera Gran Feria del Libro del 01 al 04 de noviembre del 2023 en Ibagué, por fin se prendió el faro cultural que iluminará la carta de navegación literaria del Pacífico que nos llevará a un puerto visible y seguro.