Una operación sigilosa, coordinada entre Policía Nacional, Fiscalía General y Coljuegos que comenzó en 2022 con la captura de 11 personas en los departamentos de Magdalena, César, Atlántico y Bolívar terminó hoy con la judicialización de una tenebrosa red criminal dedicada a la venta de Chance ilegal que se presume, se apoderó de más de medio billón de pesos que deberían servir para atender la red pública de salud de esos departamentos.
Lea también: Jaime Esparza, el poderoso chancero que le quitó a los italianos el negocio del Baloto
La Fiscalía y la Policía capturó en las últimas horas a 18 personas más a cuya cabeza, según las autoridades, está un sujeto apodado "Juanchito" quien operaba desde Barranquilla y que desplegó una operación gigantesca que inundó de juego ilegal a los departamentos de Magdalena, Atlántico, Cesar y Bolívar valiéndose de tecnologías de punta que lo hizo a él y a su banda prácticamente invisibles.
Las autoridades, sorprendidas por la capacidad de acción de esta banda, concluyeron que Juanchito había montado, en la práctica, una organización paralela a la legal, que obviamente no pagaba impuestos y que en ocasiones tenía ganancias superiores a las que generaban las concesiones entregadas por las gobernaciones y que debían ir directamente a las arcas públicas.
Calcular que el desfalco supera el medio billón de pesos terminó siendo una labor sencilla para las autoridades al determinar cuál era la pedida continuada de los entes territoriales que vieron disminuir paulatinamente los ingresos de los departamentos por este concepto, "Mientras las arcas de las gobernaciones cada vez estaban más vacías, las de Juanchito se llenaban sin cesar" afirma el abogado Jhony Mena, asesor jurídico de los departamentos en esta cruzada en contra de la ilegalidad.
Lea también: La frustración del Doctor Batalla en su lucha contra la ilegalidad
Mena a quienes conocen en esas entidades como "El Doctor Batalla" ha adelantado una cruzada en los últimos años para que jueces y fiscales conozcan las modalidades de este delito tipificado en el código penal como ejercicio ilícito de actividad monopolística de arbitrio rentístico, logren judicializar a los sindicados y llevarlos a prisión.
La banda de los "buena Suerte" tenía una central de comunicaciones de alta tecnología que se comunicaba desde Barranquilla permanentemente con sus operadores en toda la región y que competían con los vendedores legales de chance en las calles de los municipios de la costa caribe. "Eran indetectables" sostiene Batalla quien añade que los dineros ilícitos que entraban a raudales, engrosaban las operaciones de microtráfico, robo de combustibles, trata de personas, en una espiral criminal que convierte a estas bandas en organizaciones de alta peligrosidad que de no ser desmanteladas desestabilizarían al Estado. "Estamos ante un fenómeno que suma todas las modalidades de delito en una, un monstruo de mis cabezas" sostiene Mena al explicar el tamaño de la operación judicial.
Los juegos de suerte y azar son un monopolio que la ley le concede a los departamentos, estos a su vez los entregan a través de licitaciones públicas a privados que los explotan y que con espejos legales transfieren automáticamente las utilidades a las gobernaciones para que estas sostengan el sistema de salud.
Es por ello que este tipo de desfalcos desestabiliza la economía de las regiones que al no recibir esos dineros ven deteriorar hospitales y centros de salud y con ellos el servicio a los usuarios.
La fiscalía infiltró a los "Buena Suerte", escuchó sus conversaciones, entendió su proceder por años y en los últimos días actuó contra ellos. La legalización de las 18 capturas incluida la de "Juanchito" hizo de la suerte de estos individuos y las de su negocio ilícito cambiará definitivamente.
Así funcionaban
La banda tenía en su poder miles de talonarios para sellar chance, tabletas y teléfonos móviles para comunicarse y claro, armas para intimidar y actuar en una operación que además en muchos casos no entregaba a los ganadores los premios que prometía a través del ejercicio ilícito del juego de suerte y azar en sus zonas de actividad.
Esta operación y sus resultados demuestra el calado de esta actividad criminal en el país que ha deteriorado las rentas legales de los departamentos de la costa atlántica, que han visto descender de manera meteórica sus ingresos mes a mes generando un grave problema de déficit en hospitales y centros de salud que deben ser mantenido con dineros de otras fuentes, generalmente escasas, ante este fenómeno criminal.
Se espera, según el asesor de las gobernaciones el abogado Jhony Mena que los miembros de la banda colaboren con la justicia y delaten a cambio de beneficios a otras personas, "se cree que los “Buena Suerte” que ahora no tienen fortuna es una organización con tentáculos en otras actividades ilícitas creadas para lavar el millonario fraude a las finanzas públicas y que ellos son apenas la punta que se asoma de una lanza infinita y afilada de fraude" sostiene Mana, más conocido como el "Doctor Batalla".
Por lo pronto a los “Buena Suerte” les quitaron su chance de seguir robando el dinero que le pertenece a las comunidades y que lograron defraudar a las gobernaciones durante casi tres años.