Un ejemplo muy diciente que muestra el nivel de inseguridad es que está semana Popeye –el sicario de Pablo Escobar, muy respetado en el bajo mundo- fue víctima de un asalto. Popeye se desplazaba en su camioneta por una vía de El Poblado y dos hombres en moto y armados lo abordaron y le quitaron su celular, tres manillas de oro y sus gafas marca Cartier.
Lo mismo le ocurrió hace poco al cantante Andrés Cepeda y a más de 20 vehículos que fueron abordados por cerca de 10 hombres armados y con capuchas que hicieron un atraco colectivo.
Otro caso que ha conmocionado a Medellín fue la muerte de la comerciante María Adelaida Ayora Barrientos quien murió asfixiada en un atraco a su residencia. Este año personalidades como la campeona olímpica Catherine Ibarguien, el ciclista Rigoberto Uran, el presentador Iván Lalinde, los jugadores de la selección Colombia Juan Fernando Quintero y Víctor Ibarbo, el cantante regretonero J. Balvin han sido asaltados en la ciudad.
Según cifras del sistema de Información para la Seguridad y Convivencia de Medellín, hasta noviembre se han presentado 8.772 casos de hurto denunciados, una cifra superior en 34% al mismo periodo de 2015. Aunque el alcalde Federico Gutiérrez sigue con altos indices de popularidad, no ha logrado frenar la inseguridad que sigue creciendo.