Los senadores se quejan de que no pueden manejar sus agendas de trabajo porque el presidente del Senado Arturo Char no define con antelación la dinámica de las sesiones. Char sigue muy cómodo dirigiendo el Congreso virtualmente desde Barranquilla pero el desgaste es notorio en la corporación. Concluida la cuarentena del último brote con el contagio de María del Rosario Guerra, se espera que vuelvan al menos a las semipresenciales.
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