Todo se puso cuesta abajo para Johnny Deep en junio del 2012. En ese momento era Jack Sparrow, uno de los personajes más fascinantes, populares y taquillero de Hollywood. Sin embargo ese año se separó de Vanessa Paradis después de los rumores que lo asociaban con otras actrices como Eva Green o Angelina Jolie. No, terminó fue en los brazos de Amber Heard. Se casaron en el 2015 y protagonizaron varios escándalos, incluso el de la investigación policial por meter a Australia, pais donde vivían, dos perros de manera ilegal.
A partir de allí empezaron para Deep un sinfín de fracasos en taquilla como Mortdecai o Trascendence que además fueron rechazados por la crítica. Según la revista Forbes es el actor menos rentable en los últimos cuatro años: sólo ha recolectado sus filmes poco menos de 3 millones de dólares.
Quince meses después de su matrimonio empezaron a llegar las quejas de su esposa, las denuncias: La actriz acusó a Depp de violencia machista, presentando como prueba varias imágenes de ella con el rostro magullado. En agosto de 2016 los equipos legales llegaron a un acuerdo por el que Depp se comprometía a pagar 7 millones de dólares a su expareja, cantidad que esta donaría después a un hospital de Los Ángeles especializado en víctimas de malos tratos.
En abogados se la han ido 25 millones de dólares. Según el diario El País de España: "Según declararon, durante los últimos 20 años los gastos mensuales de Depp ascendían hasta los 1.8 millones de euros. En este presupuesto se incluyen las nóminas de las 40 personas que conforman la plantilla del actor, 300.000 euros mensuales en vino y la compra y mantenimiento de 45 coches de lujo. La empresa asegura que el actor padece de un desorden compulsivo al gasto y ha sugerido su evaluación mental."
Difícilmente volveremos a ver Deep en una gran película. Sus días en el cine están contados