Aprovechando que el consumo de carne y lácteos de bovinos con aftosa no genera riesgos significativos para la salud humana, el ministro de Agricultura Andrés Valencia entregará 5 kilos por familia de carne proveniente de los animales de los hatos que le es necesario al gobierno comprar y sacrificar por encontrarse algún espécimen con fiebre aftosa. La medida que busca aprovechar la carne en vez de deshacerse de ella enterrándola o quemándola, genera riesgos de contaminación en los otros hatos de la región, por los residuos que quedarían en su proceso de traslado al matadero y posterior sacrificio.
La medida es mirada con preocupación por los ganaderos, por lo difícil de su implementación y de su presentación ante la Organización Mundial de Sanidad Animal —OIE, entidad que suspendió al país del status libre de aftosa con vacunación y sería la encargada en un futuro de revaluar esta decisión. La OIE califica el ganado infectado como “contaminado” por el riesgo que la epidemia presenta de para los demás animales, razón por la cual prohíbe su importación a los países miembros. La medida del ministro ha despertado una fuerte polémica en el sector.