Una existencia sujeta a los vaivenes de la contradictoria economía capitalista.
Uno de los diáfanos rasgos del sistema económico capitalista es su carácter contradictorio. La producción colectiva (Ahora globalizada y masificada por todo el planeta) de mercancías en contravía de la apropiación de sus excedentes por diferentes minorías, hacen la “Joya de la Corona” de un modelo que además tiene que lidiar con un afán de ganancia económica sobre cualquier cosa en un planeta de recursos finitos, y reñir con reducir los salarios de quienes explota para que ulteriormente ellos mismos, con sus precarios sueldos, aspiren comprar lo que producen. Así ha funcionado en la historia el capitalismo. Un sistema, que a pesar de sus contradicciones internas, es capaz de sortear, más o menos con prontitud, su perenne afán de lucro.
No obstante de continuos períodos de recesión o de crisis, pareciese salir avante de estas problemáticas, que por las objeciones ya descritas, tienden a ser cada vez más constantes y profundas. Parece que su margen de concentración de la riqueza no se detiene, que su productividad se ve afectada en las cifras macroeconómicas de crecimiento global empero, las ganancias de los grandes emporios no. A pesar de que el Fondo Monetario Internacional en su informe Panorama Económico Mundial redujo, de abril a julio, las proyecciones de crecimiento global para este año, pasando de 3,7% a 3,4%, el último informe sobre los Individuos con alto valor neto (Los más ricos del mundo) precisa que estos han aumentado desde el año 2009, alcanzando la cifra record, durante el 2013, de 13,7% es decir, apenas el 0,002% de la población mundial (1). Sus fortunas representan el 66% del Producto Interno Bruto mundial, ascienden a 52,6 billones de dólares. Como señala Oxfam, el dinero de las fortunas pertenecientes a las 67 personas más ricas del mundo, equivale a recursos que posee la mitad de la población que vive en la extrema pobreza. En medio de la crisis contemporánea más grave del capitalismo, iniciada desde el año 2007, este se da el lujo de sostener su dinámica asimétrica de acumulación individual.
Los dispositivos utilizados para superar las crisis son de diversa índole. Como indica Naomi Klein, señalando la doctrina del desastre de Friedman, puede ser a través de las tragedias generadas por catástrofes naturales o como insinúa Malthus, a través de la muerte controlada de los más pobres. Nos queremos detener en el que está presentándose como más discutido, y que articula los anteriores: La guerra como el mayor de los negocios, una práctica a la que el imperialismo no ha renunciado jamás. Todos, mecanismos con algo en común: Un grado de inhumanidad insultante.
La necesidad impuesta por el capitalismo, de utilizar a la democracia como su faceta política hace ver a las grandes potencias, que utilizan tan execrables métodos, como las grandes defensoras de las elecciones y la representatividad, pero en realidad existen dos relucientes argumentos sustentados en la Realpolitik, que explican lo que acaece cotidianamente en las relaciones entre Estados, muy al pesar de los radicales defensores del Derecho Internacional Público, a saber: 1) Los intereses geoestratégicos de las grandes potencias y, 2) Las riquezas, económicas y naturales, que pueden extraer en su travesía militar; ambos enmarcados en la doctrina del “Destino Manifiesto”.
Para las potencias, la guerra es tan solo una pequeña inversión, máxime en tiempo de crisis. Por ejemplo, veamos sucintamente, el ejemplo de Libia, cuyo eje de entendimiento sólo puede ser la crisis financiera internacional. Ad portas de la crisis económica y social, más compleja de España, o de la crisis del techo de la deuda de Estados Unidos, en el 2011, estos fueron de los países más interesados en la invasión. En primer lugar, respecto de la importancia geoestratégica del país africano, tiene que ver con sus iniciativas en el continente para reemplazar el Euro y el dólar por el dinar de oro, de aumentar los costos de retribución para los Estados de las empresas multinacionales que explotasen el petróleo, así como de conformar los Estados Unidos de África y de erigirse como el único país allí, en no estar alineado con la AFRICOM (Sucursal de la OTAN). En segunda instancia, las riquezas adquiridas a posteriori fueron llamativas. Después de la invasión, los bancos occidentales se apoderaron de 144 toneladas de oro y 150.000 millones de dólares. Francia tomó el control del 40% de la producción de agua, siendo Libia la segunda reserva mundial de agua dulce. El petróleo es protagonista. Tiene las mayores reservas en el continente, en un estimado de 46.000 millones de barriles, el doble que EEUU, y en algunas zonas el coste de extracción es de apenas un dólar el barril. Nativo en un 80% de Sirte, representa el 95% de los ingresos del Estado. Contrastando los mapas, se puede ver como la invasión no fue sobre todo el país (Mapa 2). Se concentró en las ciudades costeras que cuentan con mayores refinerías, puertos, pozos y oleoductos, en particular la región comprendida entre Edjibiya, Sirte y Sabha (Mapa 1).
Sumado a las invasiones de Irak, Afganistán, Yemen y Paquistán, y las agresiones a Siria (En la cual no nos detendremos por sus grados de complejidad, pero que manifiesta factores y desenlaces similares) e Irán, las grandes potencias pueden determinar con mayor facilidad el precio internacional del crudo.
Ante la imposibilidad de recuperar los márgenes de ganancias, producto de la explotación permanente de la naturaleza y de los países menos desarrollados (En la acepción capitalista), las grandes potencias han optado por la iniciación de conflictos en diferentes partes del mundo. No es el objetivo homogeneizar las particularidades de cada conflicto, pero si existen rasgos comunes. Partiendo de la violación del principio del Derecho Internacional Público de la no intervención, cada conflicto se ha visto profundizado y encabezado por Estados Unidos y Rusia, y sus respectivos aliados, para sacar provecho en cada parte del mundo. No tienen las mismas causas, pero sí las mismas consecuencias: Una lucha geoestratégica en una fase multipolar del capitalismo. En medio de la crisis económica más compleja de su historia, se arrecia la política militar.
A partir de la coyuntura de la movilización popular en Egipto, las potencias iniciaron su política intervencionista, apoyando abierta o subrepticiamente sectores militares o políticos en Libia, Siria, Yemen y Egipto. Actualmente nos encontramos ante varios hechos. Por una parte, la Casa Blanca a través de la misión “Barján” espera inmiscuirse aún más en la situación de la parte norte del África Subsahariana, donde Francia es su principal interesado, y esperan expulsar a los radicales islamistas, como ya sucedió el año anterior en Mauritania, Niger, Burkina Faso, Chad y Malí, que ahora son sus aliados para la lucha contra el terrorismo, en la zona.
Pero no sólo es la defensa de la democracia en el mundo lo que mueve a Francia y EEUU a su asalto en un área devastada por el Ébola, sino que intereses económicos están de por medio. Éste respaldo de los norteamericanos requiere una “inversión” de 10 millones de dólares, mientras en una demanda internacional, según Reuters, contra el antiguo dictador nigeriano Sani Abacha, EEUU se hace cargo de más de 480 millones de dólares saqueados por el exdirigente africano. Situación poco lejana de la nueva incursión programada en Irak. Después de una cruenta e inexplicable avanzada en este país, que aún no termina, los gobiernos aliados de EEUU han instigado un nuevo canje de gobierno, donde aparece cambio de presidente, de Al Maliki a Al Abadi, pero la continuación del régimen chií. Nuevo mandatario, que espera generar un escenario más amplio de unidad con los rebeldes del Estado Islámico (Radicales suníes), que además tienen mucha cercanía con los rebeldes sirios. Los bombardeos y el sostenimiento del ejército en Irak no son estrictamente para defender a la minoría kurda, que fue atacada por las armas vendidas por Estados Unidos a Hussein, sino para cuidar los pozos propiedad de los norteamericanos, para nadie es un secreto la capacidad petrolera de Irak. Lo cual explica los intereses económicos que debe defender Norteamérica, en sus inversiones, en la alianza con Arabia Saudita: la empresa Aramco.
No obstante, lo más llamativo tiene que ver con los escenarios de Ucrania y Gaza. En primer lugar, el caso del país del este de Europa deja entrever una actitud histórica de los norteamericanos, a saber, apoyar cualquier tipo de régimen con tal de hacer frente a su enemigo, que en este caso es Rusia. Sin sonrojo, EEUU continúa apoyando un gobierno, no con muestras fascistas, sino una reencarnación política trasnochada del nacional-socialismo derrotado por sus vecinos. A falta de dirección política en tiempo de crisis, los pueblos pueden optar por las ultra-derechas como sucedió en la Alemania Nazi, en la Italia fascista, en la Grecia o la Ucrania actual.
Lo ocurrido ad portas de la II Guerra Mundial dejó enseñanzas, pero las potencias, con tal de posicionarse económica y políticamente son capaces de volver a pactar con los nazis. Existen cuatro grandes facciones de la ultraderecha ucraniana, y cada una tuvo su recompensa por “EuroMaidan”. El partido de la Patria se quedó con los cargos de Primer ministro, Arseniy Yatsenyuk, quién parece apartarse del cargo y Arsen Avakov, ministro del Interior. El Sector Derecha (Pravy Sektor), tomó el segundo cargo más importante del Comité que dirige las fuerzas de seguridad y las fuerzas armadas del país el cual está ocupado por Dmytro Yarosh, líder del partido. Los más radicales se ubican en, por una parte, la Asamblea Nacional de Ucrania (Autodefensa Nacional de Ucrania UNA-UNSO, por sus siglas en Inglés), que son grupos paramilitares que hicieron parte de la nueva “Guardia Nacional” con tropas de asalto para controlar las zonas ocupadas muy al estilo nazi, donde además Tetyana Chernovil, exsecretaria de estas milicias, se ubicó en la coyuntura como una gran periodista que evidenció la corrupción del gobierno de Yanukovich.
Por otra parte aparece Svoboda, antiguo Partido Nacional Socialista de Ucrania (!), que ubicó a Oleh Makhnitsky como Fiscal General, a Andriy Parubiy, como Secretario de Seguridad y Defensa del Consejo Nacional de Ucrania, quien recientemente ha presentado su dimisión. Oleksandr Sych, se situó como Primer Ministro Adjunto, quién es un ortodoxo neo nazi e ideólogo de esta facción (2). Ucrania es el país más grande y el productor de alimentos más importante de Europa, durante el siglo XX fue considerado el “Granero de Europa” y el mayor productor de acero. Allí radica su importancia. Como lo fue en su momento Corea del Sur, ésta es una acción “Tapón” para detener avances de China y Rusia. ¿Será casualidad que el hijo, Hunter Biden, del actual vicepresidente de EEUU (John Biden), fuese contratado en la dirección de Burisma, la compañía privada más grande de gas en Ucrania, apenas en abril (3)?
Lo ocurrido en Gaza es la versión más vil del capitalismo. Es su forma de imponer el poder, a través del miedo, del terror, como señala Bensaid: El totalitarismo con rostro humano. Gaza es un territorio donde se hacinan más de 1,8 millones de personas (Más de 4,6 personas por kilómetro cuadrado, una de las zonas con mayor densidad en el mundo), en un área de 10 por 40 kilómetros. Manlio Dinucci, aduce en el rotativo italiano Il Manifesto, que una de las causas de la sangrienta campaña israelí se debe a los pletóricos yacimientos de gas que posee Gaza a 30 kilómetros de la costa de la Franja a 600 metros por debajo del nivel del mar. Los cuales, constituido el gobierno de unidad nacional, en un acuerdo entre la Autoridad Palestina y Hámas el día 2 de junio de 2014, iban a ser explotados por el gobierno ruso. Lo que puede indicar que la acción “Margen protector”, como se ha denominado esta masacre de palestinos, iniciada casualmente 10 días después de posesionado el nuevo gobierno en Gaza, sea comprendida como otra acción “Tapón” para detener el avance ruso en la región. Este factor, inicialmente económico es significativo, ya que se yuxtapone a otro elemento en el mismo sentido. En promedio Israel, de acuerdo a lo afirmado por el Ministerio de Finanzas, considera gastar (O mejor invertir) en munición, uso de equipo militar o maquinaria, a diario, por lo menos 500 millones de shékels (147 millones de dólares).
Esta guerra les podría costar por lo menos 12.000 millones de shékels (3.508 millones de dólares o 2.580 millones de euros) (4), que apenas influirá en las proyecciones macroeconómicas del país. Esta cifra, es alarmante, muy pocos países se darían el lujo de gastar un presupuesto tan alto en una sola guerra. Empero, Israel no solo reportará gastos. La asistencia militar norteamericana le reporta ingresos por más 3.000 millones de dólares al año, además de una gran cantidad de armamento, que no sólo utiliza, sino que vende. A partir de cada uno de los conflictos que genera Israel sobre el pueblo palestino utiliza diversos arsenales novedosos que posteriormente pone a la venta. Como sucedió desde principios de siglo, en el marco de la segunda intifada, se dio la operación Escudo Defensivo sobre Cisjordania en 2002; después, en el 2006 se presentó la Segunda Guerra del Líbano; la operación Plomo Fundido en la navidad de 2008; Pilar de Defensa en 2012 se suma a Margen Protector que parece haber culminado.
Después de cada una de estas incursiones militares Israel ha vendido armamento probado en la práctica, sus exportaciones han alcanzado los 6 mil millones de dólares durante 2012 y 2013, siendo las grandes beneficiadas, tres contratistas en defensa: Elbit, IAI y Rafael. Uno de los sistemas más famosos fue la Cúpula de Hierro, el cual demostró una tasa de interceptación de misiles cercana al 90%, producida por ésta última empresa. El sistema rompevientos utilizado para proteger vehículos y el Herón, un vehículo no tripulado de reconocimiento y ataque. Empero, el producto que mayor exportación realizará será el misil Tamuz, que equipado con una cámara permite afinar con mayor certeza los objetivos y su impacto. Esta guerra, absolutamente desigual, ha cobrado la vida de más de 2000 palestinos, donde la cuarta parte son niños y niñas, y más de 11.000 heridos, de acuerdo con el Buró Central de Estadísticas palestino. Sumado al bloqueo económico, la política criminal de Israel provoca pérdidas diarias de por lo menos cinco millones de dólares, entre la destrucción de infraestructura y el detenimiento de la producción, donde además la tasa de desempleo se encuentra en el 45%. Este marco de sangre que nos presenta la situación vivida en la Franja de Gaza, evidencia como Israel utiliza esta región como banco de pruebas de armamento que a posteriori comercializa, garantizado porque se ha probado sobre seres humanos y la naturaleza, apoyado por Estados Unidos y en particular por Alemania, ya que desde la guerra de los Seis Días el país judío ha sido el punto de enclave militar y político de Norteamérica en su cabalgata de muerte para imponer los valores de occidente sobre pueblos de orígenes y proyecciones distintas. Así se evidencia el fascismo como el rostro más sangriento del capitalismo, el terror como forma de mostrar dominio y poder. Que paradójico es ver a los Israelíes aplicando lo que sufrieron sus antepasados en la II Guerra Mundial.
A modo de conclusión
La lógica contradictoria del capitalismo profundiza sus crisis. La inyección desmedida de recursos para salvar a los bancos de lo que ellos crearon, genera una lógica en espiral que al no producir bienes reales, sino enfocarse tan solo en la especulación, no permite a las economías darle nuevos bríos al ciclo de la producción, y por ende le ubica en una constante lógica de creación y explosión de burbujas financieras en todos los sectores de la producción, en todos los países del mundo. Si bien la globalización les permite hacer transacciones de grandes recursos en un segundo, esta interrelación cada vez más intricada y dependiente, hace que lo que inició como una recesión de la economía norteamericana en 2007 con las sub-prime se convierta en un problema en el planeta, y que los hechos, aunque parezcan dispersos configuran una realidad en un todo. Lo mismo ocurre con la guerra. Entre más quiera el capitalismo recuperarse de esta crisis con inversiones militares, aparecerán cada vez más, miles de millones de personas en rechazo a esta guerra. Llegó el punto más álgido de las crisis del capital: La crisis económica se convirtió en crisis social y política. Allí está otra paradoja, el capitalismo cava su propia tumba.
Nos encontramos en Guerra Mundial. Por recursos económicos, naturales y por posicionamientos geoestratégicos. Como lo desarrollamos a lo largo de esta discusión dos grandes potencias, y sus aliados, que no constituyen necesariamente bloques homogéneos han iniciado la recapitalización de ciertos territorios ya sea para aprovecharse de sus recursos naturales, de robar sus patrimonios económicos, de cerrar el acceso a sus rivales sobre ciertos mercados o sistemas políticos, o simplemente, como sucede en Palestina, mostrar fuerza militar sobre la base de la muerte y el terror. El conjunto de estos hechos, insisto, no hacen parte de una metaexplicación, sus causas son diversas pero se yuxtaponen en una realidad mundial uniforme, que es el capitalismo, pero multipolar porque ahora son varios actores los que se disputan la hegemonía en el mundo.
Así, en esta confrontación por recursos y posicionamientos, en el marco de la crisis más compleja del capitalismo, la política militar se arrecia. A quienes han puesto los análisis marxistas en la caneca de la basura, es mejor que los retomen si quieren hacer análisis acertados sobre la realidad mundial. Como lo plantea Lenin o el mismo Marx, el capital está sujeto a realizar permanente reacomodamiento para garantizar su ganancia, siendo su fase más perversa la colonización y el imperialismo que son fácilmente identificables hoy en la realidad mundial. Pero, hay un gran problema. Cuando se opta por la guerra como la mejor de las inversiones, lo que se pone en juego es la vida de las especies que habitamos el mundo, máxime hoy cuando muchos países tienen capacidad nuclear para acabar con la humanidad.
Más que nunca estamos ante el peligro de una nueva Guerra Mundial, una confrontación bélica que sería catastrófica para nuestra existencia. Este panorama global, a propósito del cumplimiento de los 100 años de la I Guerra Mundial, nos deja entrever como hay algunos parangones generales en la situación donde diversas potencias intentando reacomodarse económicamente iniciaron las agresiones militares. Francia, Rusia, Alemania y los imperios Austrohúngaro y Otomano tuvieron contracciones por encima del 30%, y lo ocurrido con el archiduque Francisco Fernando fue el “Florero de Llorente” para iniciar la catástrofe. Con las potencias ubicadas a lado y lado de las trincheras en cada conflicto actual, es solo cuestión de que muera un diplomático importante o que un país no se someta a estas reglas de juego, como sucede hoy en la frontera entre Irak y Siria para que se presente una Guerra Mundial, que siendo nuclear, no nos dará posibilidades posteriores de análisis. La vida de millones de personas, de miles de especies, está sujeta a los vaivenes de la contradictoria economía capitalista.
A propósito del proceso de paz en Colombia, construir justicia social para conseguir paz, no es solo un mandato nacional, para nosotros los y las socialistas, también es una demanda internacional.
(1) The Wealth Reports. “World Wealth Report - 2013”. CapGemini – RBC Wealth Management. (En línea). Sin fecha, (12 de agosto de 2014). Disponible en: http://bit.ly/1oFcgoK.
(2) The Guardian. Salem, Harriet. “Who exactly is governing in Ukraine?” (En línea). 4 de marzo de 2014, (12 de agosto de 2014). Disponible en: http://bit.ly/1n81fHT.
(3) The Washington Post. Taylor, Adam. “Hunter Biden´s new job at a Ukrainian gas company is a problem for U.S. soft power”. (En línea). May 14 of 2014, (12 de august de 2014). Disponible en: http://wapo.st/1uVCeDz.
(4) En Colombia, con este dinero se podría brindar educación escolar por un año a 4´272.838 niños y niñas.
Mapa 1. (Público. Es.) Puertos, Refinerías, pozos y oleoductos de producción petrolera.
Mapa 2. (Foro de Cultura de Defensa. Blogspot) Ciudades donde se concentró la invasión.
