La gran apuesta de Gustavo Petro para conectar a Colombia es la reactivación del tejido de rieles, que se institucionalizó desde hace más de 50 años; no obstante, desde 2003 empezó su decaimiento absoluto con la liquidación de Ferrovías, en el gobierno de Álvaro Uribe, aunque los males se pueden datear desde Misael Pastrana. No obstante lo anterior, en la república existen varios proyectos en marcha para recuperar el tiempo perdido. Sin ir más lejos, en Bogotá existen varios casos, regiotram de occidente, regiotram del norte y el corredor férreo del sur.
El proyecto de reconexión del sistema férreo comenzó con en el gobierno de Iván Duque, el cuál quedó en cabeza de la exministra de transporte Ángela María Orozco. La ministra Orozco, con el respaldo de la exvicepresidenta Martha Lucía Ramírez, presentó con mucho ímpetu el proyecto ferroviario en el congreso de infraestructura de Cartagena en 2019, cuando se le dio prioridad a la reactivación ferroviaria. Con Duque si bien no se logró la reconstrucción total se dieron avances.
Los primeros frutos del trabajo
Desde agosto de 2018 a enero de 2022, el gobierno de Iván Duque, mediante la Agencia Nacional de Infraestructura, bajo la guía de Manuel Felipe Gutiérrez, invirtió un total de $148.220 millones en el tramo la Dorada-Chiriguaná con el objetivo de permitir el movimiento de mercancías. Ya en 2022 se movía en el tramo un total de 513 toneladas de carga, repartidas entre dieciséis contenedores y cuatro plataformas, en ciclos de dos trenes semanales. La exministra de Transporte Ángela María Orozco declaró que la obra abría nuevas opciones de transporte de mercancía, al facilitar la conexión entre la zona centro y la zona norte.
En 2022 se registró un movimiento de 89.336 toneladas de mercancía repartidas entre cemento, café, productos de aseo, chatarra, cerámica, insumos químicos, alimentos, etc.
Nuevo gobierno
Durante la administración de Gustavo Petro se tenía prevista la licitación de una asociación público privada-APP para operar y mantener el tramo la Dorada-Chiriguaná por diez años, con el objetivo de garantizar el movimiento de carga del centro del país a los puertos. En su momento se presentaron ocho consorcios como candidatos. Los ganadores de la licitación de $71.715 millones fueron el Consorcio San Felipe Férreo, compuesto por tres empresas: Castro Tcherassi S.A, Infraestructura Comsa Colombia y Comsa Colombia S.A. La concesión tendrá una duración de diez años y se espera una inversión cercana de 2,5 billones de pesos por el tiempo prometido.
Comsa Colombia SAS es una filial de la empresa española Comsa, que tiene varios contratos en el país, como por ejemplo, el proyecto Túnel Guillermo Gaviria Echeverri (conocido como Túnel del Toyo), ubicado en Antioquia y que será el más largo de Latinoamérica, un proyecto importante si se tiene en cuenta que facilitaría la conexión entre Urabá y Medellín, al reducir el tiempo del trayecto entre los dos puntos. Se espera su finalización para 2025.
La empresa catalana ya había tenido contratos en Colombia, como el Corredor Bogotá-Villavicencio. El representante legal en Colombia de Comsa es Ramiro José Díez López y el presidente de la multinacional es Jorge Miarnau, quien pertenece al grupo de los 20 más ricos de España.
La empresa Castro Tcherassi tiene una amplia tradición en realizar obras de infraestructura. Ha contruido vías, aeropuertos, viaductos e incluso ha ejecutado obras de Transmilenio en Bogotá. Los responsables de la empresa Barranquillera Castro Tcherassi es Jaime Ignacio Castro Vergara, quien es el gerente; Eker Dony Machado Ariza, en el cargo de gerente jurídica. En la junta directiva de esta compañía está Alfredo Tcherassi Guzmán, Beatriz Alicia Castro Vergara y Vladimir Alberto Becerra Bohórquez.