La Florida ha sido destino de muchos ricos latinoamericanos que adquirieron apartamento en el boom de años 90 y han continuado haciéndole. Son propietarios de inmuebles que están en el registro de bienes raíces del Estado, pero además pagan impuestos con lo cual tiene algunos derechos. Y parece ser que uno de ellos será poder acceder a la vacuna contra el COVID.
Por orden ejecutiva, el pasado 23 de diciembre, Florida se convirtió en uno de los primeros estados norteamericanos en empezar jornadas de vacunación a personas de 65 años o mayores y los tramites parecen estar más fluidos que en otras estados donde la vacunación no ha cogido ritmo. El gobierno federal le entregó la responsabilidad logística al nivel local, con lo cual se limita a enviar las dosis, pero los gobernadores tienen que organizar el proceso. Ron DeSantis, el gobernador de la Florida, un gran aliado de Donald Trump, muy posiblemente recibió una importante cantidad de dosis, dada la gran población de jubilados pudientes, por lo demás muy afines a Trump, y dada la polarización que se vive muy seguramente el Presidente dio el empujón para asegurar una protección amplia del virus en dicho estado.
Pero la demanda de vacunas ha trascendido la población latina. Momentum Jets, una aerolínea de charters privados con sede en Toronto, dijo al Wall Street Journal que los canadienses adinerados han afirmado estar dispuestos a pagar entre $ 25,000 y $ 80,000 dolares por vuelos de ida y vuelta el mismo día con la aerolínea, para recibir la codiciada vacuna. Por otro lado, un portavoz de Travel Secure Inc., una agencia de corretaje de seguros de viaje, aseguró que alrededor del 30% de su clientela reservó vuelos para la Florida desde el mes de noviembre.
Casi 800.000 ya han recibido la primera dosis, según el Departamento de Salud de Florida, donde casi 500.000 de ellos formaban parte del grupo de 65 años o más. Y es que la tendencia de recibir la vacuna más rápido en Florida está presionando a los hospitales, las clínicas y los funcionarios de salud locales, que se quejaron de la falta de apoyo de los gobiernos estatal y federal en términos de implementación de la vacuna.
Las quejas y denuncias cuajaron tanto que el gobernador Ron DeSantis tuvo que pronunciarse para aclarar que el estado no permitiría que llegaran visitantes únicos para recibir la vacuna, pero que, si sería permitido para aquellos ciudadanos llamados "pájaros de la nieve", o residentes de dos estados que escapan del invierno en la Florida. "No estamos haciendo turistas", dijo durante una conferencia de prensa, transmitida desde la comunidad de jubilados de Florida The Villages.
En Miami, el Jackson Health System, una red de más de 40 hospitales y centros de salud, declaró que están tomando todas las medidas para verificar la residencia estatal entre los beneficiarios de la vacuna, pero tampoco rechazarán a los residentes a tiempo parcial. Es decir que, aquellos colombianos que tengan propiedades en Florida y paguen impuestos allá, podrán aspirar a ser vacunados con base a las líneas prioritarias que el Departamento de Salud ha impuesto.
"Independientemente del lugar donde viva alguien, si pasa tiempo en nuestra comunidad, en nuestras playas, en nuestros restaurantes, en nuestros centros comerciales, puede ser un propagador de este virus", dijeron en un comunicado.
El Departamento de Salud enfatizó que el turismo de vacunas, aquellos que "vienen a Florida por un día para recibir la vacuna y se van al siguiente", está prohibido. De hecho, cuando se supo a principios de esta semana que Yanina Latorre, una personalidad de la televisión argentina, había reclutado fanáticos para que la ayudaran a llevar a su madre de 80 años a Miami para la vacuna, el alcalde de Miami, Francis Suárez, prometió tomar medidas.
"Estoy totalmente en desacuerdo con que la gente de fuera de la ciudad venga y se vacune antes que los residentes de la Ciudad de Miami", dijo el alcalde Suárez. "Examinaré todas las opciones legales para evitar que esto suceda".