Dicen que Verónica Alcocer estaba tan desesperada por la rumba con Armando que le pidió a Petro sacarlo de su vista una vez se lograra el objetivo mayor. Benedetti le proporcionaba al presidente los paraísos artificiales que necesitaba. Al fin y al cabo la vida es demasiado aburrida para poder vivirla a palo seco. Uno de los primeros juegos del niño es dar vueltas sobre sí mismo. Existe el derecho a la alteración de conciencia. Han existido a lo largo de la humanidad intoxicados encantadores y funcionales que han movido el mundo en la política en las artes. La lista es harta conocida y sería fatigoso volverla a escribir. El punto es que Armando Benedetti no se cuenta entre estas personas.
No creo que Benedetti tenga mucho que contar sobre dineros calientes en la campaña. Entre los innumerables defectos del presidente no se cuenta el de ser corrupto. A lo sumo tendrá un par de videos de rumbas desaforadas. Eso sí, Petro no nos puede creer tan estúpidos. Él fue el que escogió a Armando a sabiendas de sus bajezas o tal vez por ellas mismas. La izquierda decidió perder la candidez que la había mantenido al margen de victorias electorales y usar el juego sucio con el que el establecimiento se eternizó en el poder desde los años de Laureano. Entonces se abrieron. Al tono insoportable de Carolina Sanín se le sumaron monstruos de la politiquería como Roy Barreras y Benedetti. Pero al lado de este último el expresidente del Congreso es Malala. Con Roy hubo conveniencia política, no compinchería. Uno no se puede imaginar a Roy buscando números en su celular para rumbear después de una larga jornada. La única droga a la que es adicto Roy es a la política. Benedetti está hecho de otro material. Y a Petro le encantaba el material.
Armandito tiene razón. Sin él Petro no podía ser presidente. Él desenredó ese costal de anzuelos que era para el petrismo la Costa Atlántica y la influencia charista
¿Ustedes se imaginan en sus guayabos químicos Petro insultando a Laura Sarabia cuando recién entró a la UTL siendo una pelada de 21 años, hija de un oficial del ejército, criada en una base militar y sin los apellidos ni el abolengo que cree tener el nefasto Armando? Los audios que escuchamos deben ser Mozart para bebés al lado de los sonidos guturales de sus insultos, de sus humillaciones. Así debe tratar a todo el que él cree es más pequeño que él. Es una actitud muy de macho con poder. El de humillar a una mujer sólo porque es más joven, porque depende de él. Y Petro estaba a gusto con esa podredumbre, así ahora quiera desmarcarse. No va a poder. La sombra de Benedetti va a estar ahí pegada a él, fiel como el mal aliento.
Y sin embargo Armandito tiene razón. Sin él Petro no podía ser presidente. Él desenredó ese costal de anzuelos que era para el petrismo la Costa Atlántica y la influencia charista. A Petro no le dio la presidencia Daniel Mendoza y su remedo de serie sino la politiquería pura y dura de Armando. Y estaba enterrado en ese hueco en el que él describe que es Venezuela. Y quería protagonismo. ¿Dónde se ha visto que usted, después de hacer un pacto con el diablo, pueda encerrarlo en un closet infecto o mandarlo a Caracas? Nadie puede esconder los cachos del demonio. Debió haber tranzado, tratarlo mejor. Era más fácil para Samper traicionar a los Rodriguez Orejuela que Petro ignorar el elefante en la sala que significaba para él un Benedetti enguayabado.
Y Petro que no nos crea pendejos, él no sólo pactó con el diablo sino que estaba feliz en sus rumbas. Igual, si alguien ha sabido hacer fiestas en la historia de la humanidad es el propio Belcebú.