Creí que la Tigresa del oriente iba a ser la reina entre las peores cantantes a las que le dio por sacar disco en plena pandemia. Lo creía hasta que Arjona publicó su nueva canción, ¡Hongos!, una nueva de sus aberraciones, una nueva oportunidad para demostrar lo malo que es. Si, al mundo no le cabe un mal y aparece de la ultratumba, de los recuerdos de lo malos que fuimos como especie, un disco más de Arjona, una prueba de que como especie estamos condenados sin objeciones a desaparecer.
Lo acabo de escuchar, me heló la sangre, es un producto digno del creador de esperpentos como Pinguinos en la cama o Si el Norte fuera el sur (si, Arjona, serías la misma porquería). Si señores, Arjona está de vuelta, de pronto consumir esta canción ayude más que el detergente que está promocionando Trump para curar el Coronavirus, de pronto sea la melodía que acabe con el COVID-19. Ensáyenlo, no hay mejor repelente que la música de Arjona