Durante esta semana se conoció que el reconocido analista Ariel Ávila viajará a Medellín con el objetivo de intentar darle oxígeno a la vapuleada y golpeada campaña de Sergio Fajardo en esa ciudad, pues las huestes verdes han tenido que reconocer que tienen casi perdido su único refugio electoral.
Pero ¿cuál es la relación de Ariel Ávila con los verdes y con Sergio Fajardo? Ávila se ha mostrado siempre como un analista e investigador independiente. Sin embargo, sus orígenes en la Fundación Paz y Reconciliación, comandada por León Valencia, exintegrante de la Corriente de Renovación Socialista, disidencia del ELN, dan pistas sobre dicha cercanía y las deudas de estos analistas con el ala del verde de López y Lozano.
Es así que, como se había pronosticado, la Alcaldía de Bogotá, en cabeza de Claudia López, se convirtió en una posibilidad para allanar el camino hacia la presidencia por parte de Sergio Fajardo, así este en los últimos días pareciera estarse convirtiendo en el telonero de Alejandro Gaviria, a punta de un discurso lleno de argumentos, pero vacío de propuestas.
Los favores que le debe Ariel Ávila al partido Verde no son pocos, aunque sean en cuerpo ajeno. León Valencia se apoderó de la franja de opinión del Canal Capital, gracias a un apoyo irrestricto a la campaña de Claudia López que arrancó con la llamada consulta anticorrupción.
Luego de ello, ya una vez conocido el balotaje, Valencia y sus amigos organizaron almuerzos, cenas y buffets para una celebración bien merecida. Ya que solamente la franja de opinión de Canal Capital significa una renta cercana a los 600.000.000 de pesos mensuales.
Además, el Instituto Distrital de las Artes está en cabeza de Catalina Valencia, con poco o nulo recorrido en la política capitalina, pero hija del mismo León Valencia, que tiene a Ariel Ávila, su principal alfil, y a quien le asignó el programa de Mesa Capital, en el que Ávila hizo lanzarle un salvavidas a Sergio Fajardo con una entrevista de más de media hora en uno de los peores momentos de su carrera, cuando fue acusado por la Fiscalía en el escándalo del detrimento patrimonial del que salió ganando su secretaria de Hacienda, quien era accionista del banco con el que se endeudó Fajardo y endeudó a Medellín.
Así pues, el viaje de Ávila a Medellín pareciera ser una operación de blanqueamiento de la imagen que tienen los jóvenes y las universidades de la ciudad acerca de Sergio Fajardo para intentar salvar el poco capital electoral que le queda al candidato, que, entre otras, también debe responder por el desfalco de Hidroituango.
