Como diría la frase popular: “De eso tan bueno no dan tanto” estas palabras se acoplan al proyecto territorial de AMSO dado que políticamente el proyecto nunca se conoció en la base popular en los municipios que conformarían el área metropolitana (prueba de ello son las votaciones) y eso se referencia también porque el ciudadano de a pie (Juan Pueblo) no tenía ni la idea y mucho menos conocía la propuesta territorial.
Sumado a ello, quienes hablaban del tema estaban muy desconectados con la realidad en el territorio. Hay que entender que hablar de territorio implica de por sí una complejidad y en los estudios de la dinámica territorial no se trata de hablar por hablar.
Por ello, (lo explico con plastilina), en tiempos actuales un área metropolitana debe tener un referente (una urbe guía) un modelo institucional y en ese referente se propuso a una ciudad central y esa municipalidad es Cali.
Ahora bien, en el Estado Colombiano desde siglo veinte uno de los departamentos mejor estructurados municipalmente hablando es el Valle del Cauca (donde tiene ciudades como; Cartago, Tuluá, Buga, Palmira, Buenaventura y Cali). También es cierto que Cali es el eje del suroccidente colombiano, pero en plata blanca la ciudad de Cali está lejos de ser un referente ideal o modelo a referenciar o un modelo de “gobernar el territorio” que sirva como ejemplo institucional a seguir (como buenas prácticas) para sus municipios circunvecinos.
Al respecto, el municipio de Santiago de Cali dista de ser una metrópoli, si se la compara con sus “referentes latinoamericanos” como: Buenos Aires, Sao Paulo, Santiago de Chile, Río de Janeiro, México D.F, etc. Por esto el primer punto a “referenciar” es la infraestructura de conectividad. La ciudad de Cali realizó su cambio de infraestructuras desde la época de los Juegos Panamericanos (hace más 60 años), los cuales al día de hoy no resuelven su serio problema de conectividad dentro de la urbe (dado que Cali solo tiene cinco vías principales que la cruzan de norte a sur y ninguna importante de oriente a occidente dado que no la tiene), esto además define su situación caótica de congestión vehicular diaria (tampoco las medidas residuales como el pico y placa resuelven el problema de caos vial, es más esta situación genera una externalidad negativa a sus municipios circunvecinos con los cuales se integrarían al área metropolitana).
Dos, aunado a lo anterior, la ciudad de Cali no tiene un plan de movilidad urbana claro, eso no permite interpretar a Cali ni siquiera como una metrópoli. Las ciudades latinoamericanas “referentes” descritas en el párrafo anterior tienen el modelo de integración urbana bastante claro, es decir en estas ciudades un ciudadano puede pasar del metro a un bus o una bicicleta para ir a su lugar de destino.
Desafortunadamente, Cali no tiene ese tipo de infraestructuras, hay que agregar también que Cali no tiene aeropuerto para aviación comercial y su terminal de transporte fue de hace 50 años (se quedó corta frente a la demanda) a tal punto que en los límites de la ciudad campea el transporte informal (transporte pirata) poco regulado o intervenido por la secretaria de movilidad lo cual demuestra claramente una ingobernabilidad territorial.
Tres, desde hace más de veinte años, Cali tiene las cifras más altas de homicidios que superan las estadísticas a nivel nacional e incluso internacional. En promedio hay alrededor de 2.000 homicidios al año, de los cuales el 80% de estos homicidios corresponden a situaciones o hechos inherentes al narcotráfico. Esto devela un serio problema público en torno a la seguridad es decir hay una escasa capacidad institucional frente al tema. Por ejemplo, si se miran o se estudian los planes de desarrollo municipal de los últimos 25 años, el tema de la seguridad es la categoría o variable principal a agendar.
Cuatro, el modelo propuesto de área metropolitana define un nuevo escenario administrativo de gobernanza multinivel (en términos de gestión pública) dado que se estructura así; primero el orden nacional, segundo el orden departamental, tercero el área metropolitana y cuarto los municipios. Desde hace más de 30 años en Colombia se propone una descentralización administrativa.
Es decir, un área metropolitana es modelo de gestión vertical tipo top-down donde en los proyectos de territorio se construyen a manera de gobernanza territorial donde hay problemas públicos comunes al área metropolitana, La pregunta aquí es: ¿Si Cali no ha resuelto lo descrito aquí en los párrafos anteriores como pretende ser un modelo a seguir referente en el contexto territorial de sus municipios circunvecinos?
Y cinco respecto a lo anterior, Cali tampoco ha definido e implementado en términos reales la Cali Distrito, ni administrativamente, ni territorialmente. Su capacidad institucional es muy baja y su autonomía fiscal esta aún pendiente. Su modelo de gestión pública territorial sigue siendo vertical, ciego, obtuso y autista, (a espaldas de la realidad en el territorio) no dialoga con la ciudadanía (no hay territorialización, categoría básica de los estudios territoriales).
Finalmente, frente a los aspectos aquí descritos (que faltan aún muchos más en términos de problema publico) difícilmente la ciudad de Cali no es un modelo ideal o referente territorial a seguir para sus municipios circunvecinos. Por ello la votación de hoy no fue la mejor, la propuesta política de área metropolitana no logro su aceptación con todos los municipios definidos (Por eso es una crónica de una muerte anunciada).
En los tiempos actuales del siglo XXI la ciudadanía circunvecina a Cali está informada y reconoce los problemas de la ciudad de Cali que superan por demás lo dialogado aquí. A manera de síntesis, Moraleja: Ante todo, la ciudad de Cali debe resolver sus problemas internos que son más que serios en las formas de gobernar el territorio con el fin de intentar convertirse en un modelo a seguir en el orden territorial en clave de transferencia de políticas públicas y gestión pública territorial.