En las últimas horas se han conocido dramáticas imágenes de un incendio que está consumiendo sin piedad parte de la selva amazónica de Brasil. Son muchas las personas que han mostrado su impotencia en las redes sociales buscando culpables y reclamando a los Estados una solución. Sin embargo, nada ha sucedido y es probable que nada suceda, pues hace parte de la ignorancia humana y el hambre de poder que enceguece y embrutece.
Frente a este desastre natural, Jair Bolsonaro, el polémico presidente de Brasil, ha salido a señalar a las ONG que trabajan en pro del cuidado de la selva amazónica de estar detrás de los incendios como arma para dañar su imagen y como respuesta por haberles recortado el presupuesto. Adicionalmente, el mandatario culpa a las altas temperaturas.
Frente a lo anterior, se conoció la noticia del despido de Ricardo Galvao, director del Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales de Brasil (INPE) a principios de agosto, luego de que este hubiera señalado la magnitud de la deforestación que ha tenido Brasil en el 2019 a comparación del año pasado. En cifras puntuales ha habido un aumento del 88%. Esto fue rechazado por Bolsonaro y lo acusó de intentar socavar su gobierno.
Desde el principio, Bolsonaro ha causado indignación por el apoyo a la minería y por sus comentarios en contra del medio ambiente, las mujeres, la comunidad LGBTI y los indígenas donde informo que no les dará ni un milímetro de tierras. Esto deja entre ver su interés por acabar con la selva amazónica y desplazar a los indígenas para poder realizar construcciones que le generen rentabilidad.
Pero no solo esto indigna, también lo hace la actitud de los presidentes del continente, quienes hasta el momento no se han pronunciado y parecen estar de acuerdo con las políticas consumistas.
Sin embargo, nosotros también somos culpables, no hemos sido capaces de generar conciencia frente al daño que le estamos haciendo al planeta: nos cuesta dejar de tirar basura en las calles, nos cuesta proteger los animales... en general, todo lo que tenga que ver con el medio ambiente nos cuesta y no contentos seguimos escogiendo gobernantes sin corazón.