- El éxodo masivo de venezolanos generó un aumento considerable en la oferta de mano de obra no calificada, generando una presión al alza en la ya excesiva tasa de desempleo que acumula la economía araucana en el último sexenio frente al promedio nacional.
- El desabastecimiento que padece el vecino país, sumado a las dificultades para el tránsito de venezolanos por el puente internacional Simón Bolívar de Cúcuta, convirtió a Arauca en un importante destino de compras para miles de venezolanos que visitan la capital araucana para proveerse de alimentos, útiles de aseo, medicamentos, entre otros bienes, dinamizando el comercio local y generando nuevos puestos de trabajo.
- El desabastecimiento en el hermano país generó que los habitantes del municipio de Arauca, que hasta hace unos meses se abastecían de alimentos, vestuario, calzado, electrodomésticos, etc. en las ciudades venezolanas de El Amparo, Guasdualito, San Cristóbal, etc., se vieran obligados a adquirir productos colombianos en el comercio local, lo que incentivó la apertura de nuevos establecimientos de comercio.
- El éxodo masivo de venezolanos ha generado que algunos empresarios araucanos, aprovechándose de la crítica situación de los migrantes, sometan a esta población a extensas jornadas laborales, sin el reconocimiento de un salario digno, ni el pago de horas extras, sin afiliación a la seguridad social y mucho menos, el reconocimiento de las prestaciones sociales de ley, incrementando de esta forma la informalidad laboral y desplazando la mano de obra local.
- Los altos índices de pobreza que registra el municipio, sumado al deterioro en los ingresos de los hogares ha obligado a muchos adolescentes a abandonar sus estudios para contribuir a la economía del hogar. Lo anterior, sumado a la baja calidad docente desincentiva a los jóvenes a permanecer en el sistema educativo, presionando al alza la tasa de desempleo y la informalidad laboral. De acuerdo al IDC 2018 el departamento de Arauca ocupa el puesto 23 a nivel nacional en cobertura escolar y el puesto 17 en calidad docente.
- En cobertura de educación superior el departamento se ubica en el último puesto a nivel nacional (27), en el penúltimo puesto en el índice de deserción escolar (26) y en entre los tres departamentos con el peor desempeño en calidad de la educación superior (25). Lo anterior, genera que los jóvenes que deberían permanecer en el sistema educativo adquiriendo las competencias necesarias para acceder a un empleo digno y bien remunerado, ingresen de manera prematura al mercado laboral presionando al alza el ya maltrecho índice de desempleo.
- En cuanto al desarrollo del sector productivo el departamento nuevamente observa un pésimo desempeño al ubicarse en el último puesto a nivel nacional en complejidad del aparato productivo (27) y en el índice de investigación (27), base de la innovación y el desarrollo empresarial. La nula industrialización, el escaso desarrollo del sector servicios, la inexistente de empresas de base tecnológica y el enanismo empresarial, son causa y efecto de la escasa agregación de valor en los procesos productivos de la región. En este punto la Cámara de Comercio de Arauca parece no haber tenido el liderazgo necesario para definir una hoja de ruta que permita la transformación del sector productivo, el fortalecimiento empresarial y la diversificación de la oferta de bienes y servicio que permita su vinculación a las cadenas globales de valor.
- El municipio no cuenta con un ecosistema emprendedor que permita aprovechar las oportunidades que brinda el crecimiento poblacional de Arauca y la creciente demanda de los consumidores venezolanos. El Sena a través del Fondo Emprender ha hecho importantes esfuerzos en esta dirección. Sin embargo, los esfuerzos no han sido suficientes y su impacto en la generación de empleo ha sido ínfimo. Las universidades han sido parcas a la hora de generar una cultura emprendedora en sus egresados, sumado a la falta de interés de la clase dirigente araucana en la búsqueda de soluciones y la desarticulación en la oferta institucional, han contribuido en la profundización de la crítica situación de desempleo.
- La industria petrolera que ha sido el gran bastión de la economía local ha tenido un insignificante impacto en la generación de empleo (aporta menos del 4% de los empleos formales en la economía) y en poco o nada ha contribuido a la construcción de capacidades locales a partir de la demanda de productos y servicios producidos en la región.
- La presencia de grupos armados irregulares y su estrategia de financiación ligada al secuestro y la extorsión (puesto 26 en el IDC 2018), gracias a la ausencia del Estado en el territorio, ha generado un pésimo clima para la inversión privada en la región.