Quisiera saber cuál sería el sabio al que se le ocurrió la brillante idea de que en las notarías se exija un certificado de salud mental a los mayores de 70 años para tomar decisiones sobre el uso de sus bienes. Por el contrario, cuando van a ejercer el derecho al voto, no se les exige a los mayores de 70 el mismo certificado. Al parecer para decidir sobre qué hacer con sus propios bienes es un posible portador del alemán (Alzheimer) o lleva un demente sobre si mismo; pero en cuanto a su decisión de ir a las urnas y tomar la decisión de por quién votar no importa si ya lleva acuestas más de 90 primaveras, en este caso no tiene importancia alguna. Inclusive vemos desfilar a las urnas hasta enfermos mentales. Para lo cual lo único realmente relevante es que el individuo posea la mayoría de edad, sin importar su condición física, mental o psicológica. En este episodio concreto los llevan como borregos al matadero.
Si asumimos el contexto inicial, y tomamos como base que un mayor de 70 años según la ley está impedido para tomar sus propias decisiones y que para ello debe ser avalado por un especialista, entonces basado en ello podemos concluir que un profesional mayor de 70 años no puede ejercer su profesión. Por ejemplo, el ingeniero fallará en sus cálculos estructurales, esto generará un posible desplome de la obra. El cirujano fallará en sus decisiones durante la operación, dando como consecuencia el deceso del paciente, y esto se repetirá con cada una de las profesiones. Así mismo los políticos padres de la patria, a los que el pueblo e incluidos los mayores de 70 elegimos, con mayor razón no deberían entonces exceder la edad de 70 años y se les debería practicar un examen para avalar su condición mental antes, durante el proceso y después de tomar decisiones que afecten que generen un detrimento en los recursos públicos. Dado que los llamados a gobernar la patria venden propiedades y empresas del estado a diestra y siniestra.
Así entonces y como es el caso para el colombiano del común, más aún para los senadores, representantes, concejales, presidentes, gobernadores, alcaldes, diputados y cualquier empleado del estado que iguale o supere los 70 años de edad. Siendo un poco más explícito aquel que ejerza una función pública no debería ser mayor de 70 años, pues el grado de responsabilidad es tan alta, que requeriría de certificados mentales con solo parpadear.
Entonces, así como para el resto de los ancianos del común, que es necesario de un certificado que avale que pueden tomar decisiones sobre el que hacer con sus propios bienes, pues más aún para quienes toman decisiones sobre el erario público, siendo así estos últimos deberían presentar al menos un certificado mental cada mes. O todos en la Cama o todos en el suelo….. ¡HE DICHO!!
