Celebremos el día de la mujer. Pero no para decir lo lindas y hermosas que son, no para repetir como Arjona que lo que nos pidan podemos, no para decir solamente que su valor en la vida es ser madres, amantes hermanas….
Nuestra cultura “de oficina” nos ha llevado durante años a que en este día nos reunamos los hombres, hagamos una colecta y celebremos con ellas para decir lo lindas, hermosas e inteligentes que son; que, aunque parezca cursi, algunos lo decimos con convicción.
También hemos pensado en que realmente lo que se celebra es el día de los derechos de la mujer trabajadora, y recordamos la gran diferencia de sueldo que en muchos campos laborales tienen a la mujer por debajo del hombre, sin contar con que algunos trabajos están vetados para las mujeres, y no hacemos nada, no decimos nada, porque lo importante hoy es decir "gracias por ser mujer", frase que se vuelve completamente inútil.
Escuchando música colombiana, me alejé de esa cultura de oficina para recorrer imaginariamente los campos y me encontré con La Cholita (Bambuco de Gustavo Adolfo Rengifo), que me hizo pensar que el día de la mujer es inútil si no pensamos en la lógica de la cholita.
Y vemos tristemente cómo seguimos teniendo mujeres a las que la modernidad no ha tocado, y no me refiero a la modernidad del internet o del celular con sus redes sociales, me refiero a salario digno, a salud a educación a condiciones dignas de trabajo. Esa cholita me hizo recordar que hay mujeres que el día de la mujer ni siquiera ganan una invitación a unas onces o a un almuerzo, es solo otro día para sobrevivir y para luchar por sus hijos, sin importar la cantidad de sacrificios, o lo justo o injusto de ellos.
Hombre y mujeres, no dejemos pasar este día sin pensar en qué podemos hacer para cambiar esas condiciones de tantas mujeres como La Cholita, y celebremos que podemos ser gestores de oportunidades para esa franja de mujeres que aún creen que ellas no trabajan. Hagámoslo en nuestra oficina desde una charla informal con nuestra empleada, la señora de los tintos, la del aseo, o con la que va a nuestro lado en el bus, con la empleada de la panadería, nuestras estudiantes, nuestros clientes, no dejemos pasar esta fecha en vano y aprovechemos esta oportunidad de hacer algo más hermoso que decir "gracias por ser mujer".