“Un Sistema General de Regalías más ágil y menos burocrático, en el que los entes territoriales tendrán más autonomía al territorio al pasar de 1.152 a 8 órganos colegiados de administración y decisión (OCAD); la segunda, más recursos para las zonas productoras que pasaron del 11 % al 25 %; y la tercera, la participación con voz y voto de los diferentes grupos étnicos en los diversos escenarios de decisión del sistema”, aseveró el director del Departamento Nacional de Planeación, Luis Alberto Rodríguez.
Con la reforma, la anhelada petición de descentralización se hace realidad para los territorios que tendrán autonomía en la destinación de los recursos. “Es un paso muy importante en el fortalecimiento de las regiones, en un contexto de pospandemia será fundamental, pues la inversión pública se convierte en uno de los principales motores para la reactivación económica del país”, destacó Iván Darío Agudelo, senador por el Partido Liberal.
“Por primera vez se destinarán recursos de regalías para la protección y fortalecimiento ambiental; el incremento para los sectores de ciencia, tecnología e innovación y para la paz; y las mejoras que implementamos para ejercer la vigilancia de los recursos de manera más coordinada entre el DNP y los entes de control”, destacó Luis Alberto Rodríguez, director del Departamento Nacional de Planeación.
Además, por primera vez, serán beneficiarios directos los pueblos indígenas, comunidades negras, afrocolombianas, raizales y palenqueras, y el pueblo rom o gitano de un porcentaje de la asignación para la inversión local. Los proyectos serán priorizados y aprobados de forma autónoma en instancias de decisión conformadas por ellos mismos.
El proyecto de ley también contempla destinar un porcentaje no inferior al 5% de las asignaciones directas estará destinado a infraestructura educativa o a proyectos para mejorar la cobertura, permanencia y calidad de la educación superior pública. Los recursos de ciencia, tecnología e innovación aumentan del 9,5% al 10%.