El gobierno y sectores progresistas de los partidos de derecha: Liberal (la mayoría), La U y conservador (unos pocos), han aprobado estas reformas introduciendo cambios y concertando.
Por supuesto en ambos casos los partidos de ultraderecha centro democrático y cambio radical se opusieron fuertemente a su aprobación; es que se sabe que estos partidos de las élites más retrógradas y radicales, se oponen a todo cambio en Colombia, que suponga algún riesgo para mantener sus privilegios.
Esta estrategia de negociación y concertación es lo que ha debido hacer Petro y el pacto histórico desde el comienzo, pues son una minoría en el Congreso, pero se puede llegar a acuerdos con sectores progresistas de los partidos de derecha mencionados, para iniciar los cambios necesarios en el país, así sean éstos todavía sean tímidos.
A estas reformas todavía les queda el camino de las demandas y la aprobación de la Corte Constitucional, pero es un buen camino.
Por otra parte, el casi hundimiento de la ley de educación, se está comprobando que a FECODE y a los sindicatos en general, no les importa el bien general, sino la defensa de sus intereses particulares.
Una ley que había sido concertada por el gobierno con la oposición y que tendía a mejorar aspectos de la educación en Colombia, fue hundida por la fuerte protestas de los maestros, que no se quieren dejar evaluar y mientras tanto en las pruebas PISA, los resultados de Colombia son de los peores del mundo: qué mal camino.